¿Qué nos está pasando?
¿Por qué se habla ya con total
naturalidad de nuestro rescate?
¿Cómo es posible que vayamos
ahora suplicando a quienes nos van a asfixiar con sus
exigencias?
¿Cómo hemos llegado a esto?
No necesitamos al Banco Central Europeo, ni a Ángela Merkel, y ni siquiera
al Fondo Monetario Internacional para tener respuesta a esas preguntas.
Tampoco hacía falta haber llegado a esto para saber, desde hace muchos
meses, lo que se nos venía encima.
¿Poseemos una bola de
cristal?: No
¿Acaso un grupo de afamados
analistas con pensiones millonarias?: Tampoco
¿Qué tenemos entonces que
nos lleva a no equivocarnos?
Pues lo de siempre, lo que nos guía desde hace muchas generaciones, y
raramente falla:
EL REFRANERO ESPAÑOL
1) Juan Palomo: Yo me lo
guiso, yo me lo como.
Si cualquier político electo tiene un horizonte vital de cuatro años, en el
que desde el primer día está pensando en cómo ganar las siguientes
elecciones.. Pero tiene a su disposición el dinero de la caja de hoy, el de los próximos
cuatro años, y el de los siguientes 40 a base de endeudarse...
¿Qué hará?: Pues construir lo necesario, lo accesorio y lo incomprensible... Para
inaugurarlo y así apuntarse el tanto. Y como ese político, o sus amigos de partido, son los que aprueban el gasto
o la deuda a 40 años que contrae... Pues él se lo guisa y él se lo come.
¿Y qué se come?: Nuestro dinero de ahora, y el futuro; el nuestro y el de nuestros
hijos y nietos. Porque pagar, lo pagamos nosotros: vaya si lo pagamos.
2) Al pan pan, y al vino
vino.
Inyectar dinero público es sacar dinero del bolsillo de los ciudadanos para
meterlo en otro sitio; normalmente un banco. Claro y nítido, y rojo como el vino, al igual que nuestros rostros al comprobarlo.
Sanear es limpiar, y limpiar quitar algo sucio; y luego perfumar. Pero
perfumar sin limpiar no es sanear, sino tapar con perfume algo que acabará
oliendo peor.
Y sanear el sistema financiero sin limpiarlo de suciedad
-material y personal-, y echarle el perfume del dinero público, es apestar el
conjunto. Porque ya huele...
3) Dime de qué presumes... Y te diré de lo que careces.
Tener un sistema financiero ejemplar no es decirlo, sino tenerlo. Y también
vigilarlo, para que no acabe con un agujero de 50.000 millones de euros... Que hay que tapar.
Soltar la frase chulesca de que no puedes caer porque caerían todos, hace
que los que no te deben dejar caer se vayan... Y te dejen solo para que no les
arrastres. Y Alemania huye de nosotros como del diablo.
Decir primero que ves brotes verdes
(Elena Salgado), más adelante que ves un rayo de sol (Luis de Guindos), y todos negando que necesitásemos rescate para luego pedirlo con ansiedad, es no haber llamado al pan pan a tiempo, y haber estado presumiendo cuando había que poner remedio.
Y ahora vendrán otros a guisárselo y comérselo, pero de fuera, imponiendo.
Y ahora vendrán otros a guisárselo y comérselo, pero de fuera, imponiendo.
Tantos dirigentes, tantas instituciones, tantos supervisores, para que al final tenga razón el refranero...
Y el cancionero, con aquello de "Mi carro me lo robaron, anoche mientras dormía" que cantaba Manolo Escobar.
Escobas, Manolo, escobas. Y muchas. Las necesitamos.
Y el cancionero, con aquello de "Mi carro me lo robaron, anoche mientras dormía" que cantaba Manolo Escobar.
Escobas, Manolo, escobas. Y muchas. Las necesitamos.