Ayer Alemania, una vez más y ahora por por boca de su Ministro de Asuntos Exteriores, dijo lo que llevan repitiendo desde
hace tiempo: Que su país no puede soportar eternamente el peso de salvar a la
Unión Europea.
Esa amenaza velada de irse y dejarnos plantados, que puede parecer hasta cierto punto
lógica, suscita sin embargo las siguientes preguntas:
- ¿Acaso alguien obligó a Alemania a
casarse con el resto de países de la Unión Europea?
- ¿Es que Grecia, por ejemplo, ha
cambiado desde entonces, convirtiéndose de una gran ahorradora y cumplidora de
compromisos, a alguien a quien le gusta vivir la vida sin pensar demasiado en
las consecuencias?
- ¿No sabía Alemania cómo son esos países desde hace siglos?
Somos los primeros que censuramos las
veleidades económicas, también de España, pero llega
un punto en que, como ciudadanos cansados de tirar del yugo, no podemos soportar
encima comentarios injustos o interesados.
Y para ello, no hay nada como recurrir a
esas canciones que parecen resumir a la perfección lo que estamos viviendo. En
este caso con la gran Rocío Jurado y su “A que no te vas”:
A que no, a que no te vas.
A que no te atreves a marcharte para siempre,
como juras que lo harás.
A que no te atreves a marcharte para siempre,
como juras que lo harás.
A que no te vas,
a que sigues aguantando aquí a mi lado,
lo que tengas que aguantar.
a que sigues aguantando aquí a mi lado,
lo que tengas que aguantar.
En la pasada cumbre europea, Ángela Merkel recibió un
informe de sus expertos en el que se dejaba claro que la economía alemana no
soportaría una desaparición del euro, o una salida de su país del mismo.
A que no te atreves ni siquiera a abrir la puerta,
por si yo no te reclamo,
y te tienes que marchar...
A que no te vas,
A pesar de lo que sabes que yo hago,
a que no te vas.
A pesar de lo que sabes que yo hago,
a que no te vas.
La Unión Europea es el principal destino de las
exportaciones alemanas, y su economía la que más se ha beneficiado de
la adopción de una moneda común: Ha supuesto una manera de extender las fronteras
de su mercado, para una nación que no tiene antiguos territorios de ultramar.
Porque en realidad,
tú prefieres estas cartas que te he dado
a quedarte sin jugar.
A que se te olvida en un momento lo que dices,
y me besas como un loco,
y me vuelves a besar...
tú prefieres estas cartas que te he dado
a quedarte sin jugar.
A que se te olvida en un momento lo que dices,
y me besas como un loco,
y me vuelves a besar...
Las dificultades para pagar su enorme deuda por parte de algunos países de la Unión Europea afecta sobre todo a Alemania, pues sus bancos se han dedicado a financiar durante años los gastos y dispendios en naciones que ahora tienen dificultades para pagar. Pero si no lo hicieran, los bancos alemanes no cobrarían lo que se les debe.
A que no te vas,
a que sigues como un perro aquí a mi lado,
hasta que yo diga ¡ya!
A que no te vas,
porque vives por mi amor obsesionado,
y no puedes renunciar.
a que sigues como un perro aquí a mi lado,
hasta que yo diga ¡ya!
A que no te vas,
porque vives por mi amor obsesionado,
y no puedes renunciar.
Como muchos países en la Unión Europea están en mal
estado financiero, los inversores prefieren prestar su dinero a Alemania para seguir haciendo negocio. Y como esa nación ve la cola que hay para prestarle, cuando pide préstamos paga unos intereses muy bajos
(en torno al 1,25%).
Con ello, Alemania sólo tiene que pedir dinero prestado al 1,25%, y usarlo para rescatar a España cobrándole el 3,5%, para ganar con el pase más de un 2%.
Con ello, Alemania sólo tiene que pedir dinero prestado al 1,25%, y usarlo para rescatar a España cobrándole el 3,5%, para ganar con el pase más de un 2%.
Y aunque siga siendo como ahora y siempre he sido,
como tú me has conocido,
porque no quiero cambiar...
A que no te vas,
A que no te vas…
Rocío Jurado lo solía cantar a dúo con Raphael. Y éste, oyendo sus palabras, nunca se iba.
A Alemania no le conviene irse. Pero tampoco tentemos demasiado la suerte...
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