Vaya día que me tocó ayer: Un verdadero desastre.
Resulta que mi bloque de pisos es un poco antiguo, y desde
hace años me venían diciendo que tenía que cambiar las cañerías. Pero
claro, ganas de levantar toda mi vivienda no es que me sobraran.
Al final claudiqué, porque lo que empezaron siendo unas
goteras se transformó en un pérdida de agua que nadie sabía adónde iba a parar; así que tuve que llamar al fontanero para que arreglara el desaguisado.
El que hizo hace años la instalación se ofreció a repararla,
pero claro, visto el resultado ni se me pasó la cabeza dejar mi piso de nuevo
en sus manos, y me decidí por un fontanero de probada experiencia en este tipo
de reparaciones.
Y tan confiado estaba, que cuando vino a arreglar el piso me fui a vivir con mis padres mientras se ponía manos a la obra con la reforma. Hasta
ayer que fui a ver el resultado, según él muy satisfactorio.
Me estaba esperando el fontanero en la puerta con cara medio satisfecha
medio de circunstancias, por lo que empecé a temerme algún resultado indeseado.
Al entrar en el piso, seguí oliendo a húmedo, pero según avanzaba las humedades
pasaron a ser verdaderos charcos.
Pero la sorpresa estaba por llegar, porque al abrir la
puerta del baño salió una verdadera ola de agua que llegó hasta el rellano de
la escalera.
Sin poder ya aguantarme, empecé a recriminar al nuevo
fontanero por ese desastre, y no se le ocurrió al buen hombre otra cosa que
decirme que "sin la reforma la cosa hubiera sido aún peor".
- Número de personas
que fueron al paro en los cuatro últimos años del anterior gobierno: 3.400.000
- Número de personas que
han ido al paro en el primer año del nuevo gobierno: 650.000