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lunes, 28 de octubre de 2013

LAS MEDIDAS DE LA BOCA DEL LOBO: Medidas económicas


En un lejano prado existía un pastor, llamado Luis, que cuidaba el rebaño de su patrón Mariano. Le acompañaba su fiel ayudante Cristóbal, que se encargaba de las tareas más duras.

Las ovejas marchaban confiadas por la senda que les marcaban, dóciles a la voz de su amo, salvo algunas más díscolas que trataban continuamente de salirse de la senda. Pero Luis alzaba entonces la voz diciendo: “¡Que viene el lobo!… ¡Que os vais a salir de la senda de la recuperación!” Y entonces los fieles corderos volvían a la ruta.

Un día una corderita de nombre pyme, que iba rezagada, tropezó con la falta de liquidez y se fracturó una pata. Viéndola desde lejos el pastor Luis en tan lastimosa situación, le envió a su ayudante Cristóbal, que la cogió en sus brazos y… Sacando el hacha de los impuestos, la degolló.

Autónomo era un viejo carnero que, harto de la senda que le marcaban, decidió alejarse de ella. Y tanto se alejó, que Luis tuvo que mandarle corriendo a Cristóbal, mientras le gritaba: “¡Ven a la senda de la recuperación! ¡Que viene el lobo!”.

Pero el carnero autónomo le decía: "No, que llevo mucho tiempo en la senda y no sólo no viene el lobo, sino que no se acercan clientes a mi negocio". Pero Cristóbal la alcanzó, y mirándola con cariño, lo ahorcó con una subida de la cuota de la seguridad social.

Una mañana, cuando marchaba Luis el pastor al frente de su rebaño, vio a lo lejos acercarse un extraño animal. “¡Que viene el lobo! ¡Que viene el lobo!” comenzó a gritar su ayudante Cristóbal.

Las ovejas se asustaron mucho, y fueron a agruparse en torno al pastor y su ayudante, pero estos salieron corriendo veloces, dejando a las ovejas solas ante el lobo.

Y no había pasado ni un minuto cuando llegó el lobo, la vio solas, abrió la boca y… Les bajó los impuestos autonómicos.

Fue entonces cuando las ovejas se dieron cuenta de que el lobo no era tan malo, es más, que vivían mucho mejor que con el pastor Luis y Cristóbal.

Y comenzaron a cuestionarse quién era realmente el pastor y quién el lobo.

Colorín colorado, este cuento sólo ha comenzado.


sábado, 19 de octubre de 2013

LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA: ¿Quién recoge las bolsas de la comunidad?


Hace unos meses se trasladó a mi comunidad de vecinos un importante y conocido empresario.

En cuanto nos enteramos que había adquirido los dos áticos, con unas vistas impresionantes, para unirlos y tener así toda la planta, muchos entraron en ebullición; anticipando todas las grandes cosas que vendrían después.

La parte más penosa fueron los cambios que el nuevo inquilino exigió, como nueva caldera, reforma de los ascensores y decoración del portal, pero todos transigimos de buena gana, pues nos dábamos cuenta de la importancia de tener con nosotros al recién llegado.

En cuando terminó con la reforma de su nuevo hogar, comenzaron las alegrías para todos: Un continuo trasiego de enormes sofás, lámparas, plantas, cortinajes… De una gran elegancia y lujo, que nos asombraron a todos.

Pero tal vez lo que más nos gustó fueron sus coches, aparcados en las cuatro plazas de garaje que el inquilino había adquirido: Ninguno de ellos bajaba de los 150.000 euros.

La comunidad de vecinos había cambiado, y todos estábamos felices. Algunos llegaron a protestar por lo que habíamos gastado todos en adecuar las zonas comunes para alegrar al nuevo vecino, pero todo se terminó cuando comenzaron las fiestas.

No había semana sin que nos sorprendiéramos los de los pisos inferiores de las impresionantes fiestas que tenían lugar allá arriba. Y no lo digo sólo por la cantidad de caras conocidas que nos premiaban con su presencia, sino por la calidad del catering que -aún sin poder disfrutarlo nosotros- intuíamos por las cajas que allá se subían.

Puedo decir hoy que el nuevo y acomodado inquilino nos ha cambiado la vida. Pagamos todos más por el recibo de la comunidad, pero ¿acaso no lo merece a la vista de todo lo que se disfruta allá arriba?

- Un momento, Jesús, nos estás diciendo que habéis hecho un gran esfuerzo cambiando las zonas comunes y que ahora encima pagáis más por los recibos. ¿Es así?

- Correcto. Así es.

- Y, ¿disfrutáis -disfrutas tú- de las fiestas que tienen lugar en el ático?

- No. Están reservadas al vecino y sus invitados.

- ¿Entonces a ti qué más te da? ¿Te ha servido de algo ese esfuerzo? ¿Ha merecido la pena su venida?


La prima de riesgo ha bajado de los 250 puntos, en niveles no vistos desde el 2011.

La bolsa ha superado los 10.000 puntos, como antes de la crisis.


lunes, 14 de octubre de 2013

EL ESTADO DEL CASTILLO. EL CASTILLO DEL ESTADO: Una antorcha en la noche


Nadie en aquel paraje entendió la construcción del castillo. Decían que para seguridad de todos, pero allí vivían a diario sólo unos pocos.

Porque ellos siempre habían sido agricultores; de mucho trabajo, escaso trigo y poca vida para disfrutar con la familia. Por eso designaron a algunos para que se ocupasen de los mayores y los que caían víctimas de enfermedades.

Al principio atendieron a esos necesitados en sus casas de agricultores, pero más adelante les pidieron parte del trigo al resto para hacer una más grande: Más conveniente, decían, para atender a todos.

Luego hizo falta más de la cosecha para contentar a los esforzados que se ocupaban del bien común. Era lógico, porque no podían trabajar como los demás, ocupados como estaban en esas tareas en beneficio de todos.

Las fiestas: las fiestas aumentaron los problemas. Decían que para celebrar la buena marcha de la atención a los necesitados; pero cuando los habitantes trabajaban la tierra, empezaron a indignarse con tantas celebraciones. De esos pocos.

Pero fue el castillo lo que trajo la desesperación: ¿Para qué lo necesitaban si antes apenas dedicaban cuatro casas para atender a todos? Allí se iba ahora buena parte de la cosecha, porque se necesitaba "para el bien común".

Primero fue Martín, que enfermó sin que nadie del castillo viniera a atenderle. Luego Felisa, que envejecía sola en su casucha, mientras oía el ruido de las fiestas allá arriba.

Todo estalló un día que Matías no pudo dar más trigo para mantener el castillo, y se llevaron la mula con que labraba; y una tarde que vio morir a Martín y Felisa. Sola.

Esa noche se vio iluminada, por las antorchas camino del alegre castillo. No eran de festejo, sino de indignación.


sábado, 5 de octubre de 2013

LA DEUDA (II): El patito feo a su aire


En un lugar no muy lejano, existía un bello paisaje, que albergaba un lago lleno de animales.

Había grandes pájaros que volaban en las alturas, pendientes de todo lo que que sucedía más abajo; y sobre las aguas numerosos animales vivían alimentándose de la abundante vegetación.

Una mañana, mientras todos se afanaban por buscar comida, apareció un bello pato -blanco como la nieve- seguido de sus polluelos, preciosos como él...

Bueno, todos no, porque tambien se encontraba uno negro pequeño del que todos se reían:

"¡Pero qué color mas feo tienes! ¡Y qué diminuto eres!", se mofaban de nuestro personaje.

Pero él callaba, sabiendo que era cuestión de tiempo que todos le admirasen.

Y con el tiempo, el pequeño pato negro comenzó a crecer, y ya destacaba entre sus hermanos. Pero estos seguían sin hacerle mucho caso:

"Te habrás hecho más grande, pero eso a quién le importa", le decían. Pero él seguía a lo suyo, sin importarle esos comentarios ignorantes.

El tiempo pasaba, y el feo pato negro crecía, alimentándose de las plantas que crecían junto al lago. Y aunque su extraño color ya podía verse incluso desde el aire por las grandes aves que lo controlaban todo, nadie le prestaba mucha atención.

Y así siguieron transcurriendo los días y los años. Hasta que una mañana, sin que nadie supiera explicar cómo, vieron que el pequeño patito negro se había transformado en un inmenso cisne.

La deuda pública española ha pasado en los últimos años del 36% al 92% del Producto Interior Bruto (PIB) de España. El año que viene, según los Presupuestos Generales del Estado, llegará al 98,9%.

El PIB consiste en la suma de todo lo que produce un país en un año. Por tanto, Estado debe una cantidad a sus prestamistas igual a todo lo que consiguen producir los españoles y sus empresas a lo largo de un año.

Tendríamos que pasar 365 días sin comer, beber, comprar ni gastar nada todos los españoles, para poder pagar el dinero que debe ya el Estado.

Y el cisne que comenzó a devorar toda la vegetación del lago, ante el asombro del resto de animales.

Como la deuda pública es tan elevada, tenemos que pagar una gran cantidad de intereses todos los años a los que nos prestan ese dinero. Actualmente los intereses de la deuda es la partida más importante de los Presupuestos Generales del Estado.

Y tanto comía el enorme cisne, que apenas quedaba comida para el resto de patos.

Para pagar los intereses de su gran deuda, el Estado ha de recaudar más impuestos de los ciudadanos. Pero además, esos préstamos -deuda- que tiene, son préstamos que les quita a las empresas, pues los bancos prefieren prestárselo al Estado antes que a ellas.

Y llegó un momento en que los patos, así como los otros animales que también vivían de la vegetación, comenzaron a pasar hambre. Así que decidieron pedir ayuda a las grandes aves que volaban por encima del lago controlándolo todo.

En tiempos de crisis es muy importante un buen control del gasto público, de tal forma que se dedique a lo verdaderamente neceasario e importante. De otra forma, como hemos dicho, se le quitará a los ciudadanos y las empresas unos recursos que necesitan ellos mismos para salir de la crisis.

Pero las grandes aves estaban muy lejos, y no oían los gritos que salían del lago.

A pesar de la gran deuda pública, y a nuestra situación de crisis que perdura, el Estado tiene previsto gastarse en 2014 más de un 5% de lo que ingresa. Ello supondrá más deuda y más intereses que pagar.

Porque allá arriba, las aves que tenían que controlar el lago vivían felices. En el aire. A su aire.

  
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