Una de las discusiones más típicas
de la economía plantea si las políticas monetarias, a través de abaratar el dinero,
pueden hacer crecer la economía.
Sin embargo, como vimos ayer,
simplemente inyectando dinero en la economía -dando dinero a los bancos- no provoca necesariamente el crecimiento.
Nuestro ternero (la economía), vio cómo recibía más pienso (más dinero
para los bancos), y el vaquero observaba engordar al animal.
Sin embargo, luego resultó que todo ese pienso se había transformado en grasa
(inflación o subida de los precios), pero no en músculo que pudiese al ternero.
Por tanto, lo importante es el músculo,
el motor de nuestra economía, que tira de ella hacia delante y crea empleo.
Porque imaginemos que inyectamos dinero
en los bancos: ¿Qué puede suceder?
1) Que los bancos no lo distribuyan entre los negocios, no lo presten,
sino que lo usen para sus propias necesidades.
En este caso, la medida no
servirá para nada. Por desgracia tenemos un ejemplo cercano de este caso, dado
que nuestros bancos se han dedicado a usar el dinero que les ha prestado el
Banco Central Europeo (a intereses muy bajos) a guardarlo para lo que pudiese
venir, y no a prestárselo a pymes y autónomos.
2) Que los bancos lo usen para prestárselo al Estado.
De nuevo la medida servirá de
poco. Aquí la larga experiencia española ha sido que los bancos prefieren prestar al
Estado, comprando su enorme deuda, antes que entregarlo a las empresas.
Además, esos bancos han recibido
el dinero a un interés muy bajo del Banco Central Europeo, y se lo han prestado al Estado a un interés alto, por
lo que han hecho un gran negocio con el pase, mientras las empresas y negocios no veían un
euro.
3) Que los bancos lo distribuyan entre los negocios, y se lo presten a
intereses razonables.
Esto es lo único que puede hacer
que el motor de la economía se mueva, y que el ternero gane músculo.
Y si cada uno tratamos de
recordar el número de pymes y autónomos que han recibido préstamos en los últimos
tiempos, después de ver que la lista se reduce casi a cero, podremos darnos cuenta del motivo por el que no crecemos; y no creamos
empleo.
Pero esta es una historia que
continuaremos mañana.