Volvía ayer por la noche
de viaje, por una solitaria autovía. Solo. Casi sin cruzarme ningún coche o
camión en más de trescientos kilómetros.
Gasolina a más de 1,40
euros el litro, obras inacabadas y radares, muchos radares. Obstáculos,
pensaba yo, a los que a pesar de todo se empeñan en seguir la marcha. Sin
ayuda. Y con obstáculos.
Decidí tomar la primera
salida para un café. Y vi el cartel del siguiente pueblo: Santa Fe, Granada. Me
pareció un lugar muy bueno para detenerme, y para los pensamientos que traía sobre el artículo de hoy.
El lugar exacto donde se
libraba la guerra por la reconquista. 1492. Y de
repente aparece un tipo menudo que quiere ver a la Reina. Que quiere traerse
los productos de las Indias. Pero de una manera diferente: por una vía
distinta.
Y mientras todos estaban
inmersos en librar la batalla, la Reina dice que bien. Que vaya: que ellos siguen allí frente a Granada.
Tenemos dos opciones: o seguir con la batalla,
quejándonos de su dureza, o buscar una vía distinta. Pero hemos de elegir:
salir adelante o quedar atrapados entre la desolación y el pesimismo.
Porque razones para el pesimismo hay de sobra; palpables:
- Los comercios en cualquier calle principal de tu
ciudad siguen cerrando al ritmo de uno cada veinte días.
- Tienes muchos familiares y conocidos en el paro,
ya que el año pasado se destruyeron 570.000 puestos de trabajo.
- Si posees un negocio, ya sabes que el consumo
familiar ha descendido un 1,1% en 2011. O lo que es lo mismo: la gente cada vez
compra menos. Lógico, teniendo en cuenta el paro y la bajada de los sueldos.
- El consumo público ha caído un 3,6% por los
recortes.
- La inversión de las empresas ha descendido un 6,2%
nada menos. Es decir, que no quieren gastarse un duro en el futuro; porque no
ven futuro.
¿Entonces? Ya sabes: o desolación, o vía distinta.
LAS INDIAS
Muchos caminos pueden indicarse para "salir de ésta", pero no hemos de
perder la perspectiva de que estamos en una economía de guerra. Y en la guerra,
el que queda rezagado no sobrevive.
Sobrevivir, y salir adelante. Por los
medios que se quiera, pero es tiempo de sobrevivir. Descubre tus Indias, porque las vas a necesitar. Y tienes que llegar a ellas.
COSAS A TENER EN CUENTA PARA LLEGAR A LAS INDIAS:
1) ESTÁS SOLO:
Ya hemos tenido un cambio de Gobierno y hasta se ha
modificado la Constitución. Al final escuchamos lo que todos ya pensábamos:
Nadie nos va a solucionar nuestros problemas en el corto plazo.
Como el largo plazo está muy lejos, y no se sabe
cuándo llegará, todas las promesas se centran en él. Pero si lo esperas, te
ahogarás en el mar; y no llegarás a las Indias.
2) QUÉJATE, MIENTRAS HACES ALGO
Ahora que todo el mundo se queja, y con razón, de “cómo
están las cosas”, algunos se sumergen en el pesimismo y se quedan en esa queja,
pero otros hacen lo que sospechas: mientras protestan, tratan de acaparar lo
poco que queda.
Por tanto, ten una “queja activa”: acuérdate de la
madre de los cuatro últimos presidentes del Gobierno (el otro falleció y el anterior está enfermo),
mientras tratas de coger una oportunidad antes que el de enfrente.
3) GUARDA TODO LO QUE TENGAS, Y GASTA LO MENOS
POSIBLE
No es que la crisis será larga, es que no veremos su fin en muchos años. Y desde luego olvídate del regreso a tiempos como los que
hemos vivido hasta ahora.
Por tanto: acapara. Deja que otros ejerzan de
patriotas de la economía gastando sin parar para reactivarla; incluso apláudeles cuando les den una medalla. Pero tú no dejes de pensar en el punto 1: estás solo, y cuando no te
quede dinero no va a venir nadie a dártelo.
Cuenta tu seguridad en ceros en tu cuenta corriente.
Todo lo demás no vale. Y decide si quieres cambiar esa seguridad por otra cosa.
4) ATORNÍLLATE A TU PUESTO DE TRABAJO
Ejercita sin piedad el punto 2, y quéjate como los
demás de las lamentables circunstancias de tu trabajo. Pero incéndiate un poco
menos que el que más lo hace, por si ese incendio te lleva a perder la
perspectiva: si te quedas fuera del mercado laboral será difícil que entres.
Por tanto: llama de todo a tu jefe, y
ejercítate con él como has hecho con los presidentes del Gobierno en el punto 2. Pero bajo
ningún concepto dejes que se entere, a no ser que te haya echado, y en ese caso
puedes grítale todo lo que quieras.
5) SI ESTÁS EN PARO, NO HAY REGLAS
Si estás entre los más de cinco millones de parados,
no hay reglas. Te está permitido hacer lo posible, lo imposible, lo correcto y
lo incorrecto por encontrar un puesto.
Ejerce la “queja activa” del punto 2, y quédate con
el trabajo que surja antes de que lo haga otro. Luego si quieres lo puedes ayudar, pero consigue tú ese puesto.
Acuérdate también de la madre (o padres) del Comisario
Europeo de Trabajo, que afirma que hemos de acostumbrarnos a buscar un
trabajo fuera de nuestro país. Lo cual significa que él no está haciendo absolutamente
nada para solucionar lo que le compete y por lo que cobra.
Pero una vez hecho eso, y vista la actitud de los
dirigentes encargados de apoyar el empleo, así como la reciente reforma laboral,
trata de contactar con el familiar, amigo o conocido que está fuera de España y
que te busque algo.
Una vez más: lo poco que haya quieres que sea para ti
antes que para otro. Y si no lo haces ya, puede que luego sea tarde.
6) EL NEGOCIO ESTÁ EN EL EXTERIOR
Vista la evolución del consumo, y de la renta
disponible de las familias, me temo que no tienes razón cuando piensas que la
falta de ingresos de tu empresa es temporal.
Mucho ojo si tu negocio tiene una vía de agua por
las pérdidas, sobre todo si esa vía es sangre que le quitas a los ingresos o
patrimonio familiar. Recuerda el punto 1: cuando no puedas seguir siendo un
héroe, te quedarás solo. Piensa desde ya en tu familia.
Aunque los países de nuestro entorno están
igualmente en crisis, y compran cada vez menos fuera de sus fronteras, trata de
ser uno de los que le venden. Porque aquí en España la gente opta y optará por
el punto 3: acaparar y no gastar.
Y lo que tienes más a mano es dar cualquier tipo de
producto o servicio a los extranjeros que nos visitan.
NUESTRAS INDIAS: EL TURISMO
Como, a pesar de los fáciles consejos de
dirigentes que no hacen su trabajo, no te quieres ir de tu país y abandonar tus
raíces, no olvides que no todo en España está en crisis. Hay dos sectores que
no paran de crecer, y están mejor que nunca: el lujo y el turismo.
Producir Rolex o Bentleys no está al alcance de
todos, pero podemos centrarnos en el turismo: En España sus ingresos han crecido un 8% en
2011, y tal vez puedas apuntarte a ese crecimiento.
Si tienes tiempo y dinero para formarte en algo, no
olvides que lo mejor es aprender inglés, o alemán. Aunque sea para balbucearlo.
Y serás mejor que ese que compite contigo para un puesto de trabajo y con su
negocio.
Y mientras se discute cómo arreglar el país, y nos
acordamos de los familiares de nuestros dirigentes, si consigues aprender algo
de inglés y dar algún servicio a esos extranjeros despistados que pasan cada día por
tu acera, serás diferente.
Como diferente era
Cristóbal Colón. Cuando salió de Santa Fe. Hacia el lado contrario de donde iba
todo el mundo.
Y salió adelante…