Me comentan varios lectores que “saldremos de ésta” si Europa, y en
definitiva Ángela Mérkel y Nicolás Sarkozy, nos dejan. Razón no les falta, pues como es
ya comúnmente admitido, la Unión Europea está regida por las minicumbres que
esos dos dirigentes celebran antes de que se tome cualquier decisión importante.
Por tanto, para ser prácticos, admitamos antes de nada el status quo
europeo y tratemos en primer lugar de realizar lo que nos piden desde
Bruselas -o Berlín y París-; y así estar tranquilos para poder "salir de ésta".
CONSEGUIR NUESTRO OBJETIVO DE DEUDA
Sabemos que tenemos que terminar el 2012 con un déficit del 4,4%. Es
decir, que los gastos del conjunto del Estado no pueden exceder en más de esa
cuantía a los ingresos.
Bombardeados como estamos con las quejas políticas de que eso es imposible de
cumplir, si nos paramos un momento a pensar, lo que nos están diciendo es algo
que ciertamente querríamos y desearíamos para cada uno de nosotros: no sólo no tenemos que ahorrar, sino que podemos gastarnos un 4,4% más de lo que
ingresamos; y que vamos a conseguir la financiación para ello.
¿No estaríamos nosotros contentos con tan buena noticia? Y si tenemos en cuenta que ese objetivo lo van a revisar al alza… Se nos antoja algo para no quejarse mucho. En fin, ya sabemos que lo bueno para el ciudadano es tantas veces malo para las grandes esferas...
TE NOMBRAN MINISTRO DE EMERGENCIA
Para ver si es tan difícil llegar a ese objetivo de déficit, y por tanto contentar a Mérkel y Sarkozy, supongamos que en este contexto de crisis brutal te
nombran Ministro o Ministra de Emergencia, con un mandato de sólo seis meses.
Tu primera tarea es llegar a ese objetivo del 4,4% de déficit. Como la estimación es
que esté en torno al 6%, debes recortar un 1,6%, o lo que es lo mismo: 16.000
millones de euros.
Como tienes prisa por cerrar el asunto e ir a decir a todo el mundo que has
solucionado el problema, en un primer impulso decides subir el IVA y bajar un
10% las pensiones. Pero cuando vas a imprimir el real decreto, la impresora se
queda sin tinta (efecto de los recortes). Y mientras va el funcionario a
reponerla, te da tiempo a pensarlo de nuevo, y cuando te pone el papel encima
de la mesa, decides no firmarlo.
SACAR SE PUEDE SACAR… DE MUCHOS SITIOS
Y entonces pides a otro funcionario del nuevo Ministerio de Emergencia que
te traiga la prensa, para ver cómo está el panorama en España antes de tomar una decisión, ya que tu coche
oficial no te deja ver con claridad la calle.
Lees en las secciones económicas que:
- Los sindicatos, patronal y
partidos políticos van a ver reducida su subvención desde 1.700 millones de
euros a 1.500 millones.
Como eres el Ministro de Emergencia y tu mandato es sólo por seis meses, te
da igual lo que esos estamentos piensen de ti, porque cuando quieran presionar
para que te vayas ya lo habrás hecho. Así que decides darles a cada uno "solamente" 100 millones de euros (16.000 millones de las antiguas pesetas), lo cual estimas todo un lujo en estos tiempos de crisis, y ahorras así 1.200 millones euros.
Continúas tu lectura y ves que:
- TVE reduce un 20% el
sueldo a sus presentadores estrella, que cobran más de 120.000 euros.
Se te enciende una luz, y aunque lo que te gustaría es suprimir el Senado y
tal vez reducir a la mitad los parlamentarios tanto a nivel estatal como
autonómico, decides no ser antisistema y te limitarás a aplicar una rebaja a sus sueldos.
Al principio dudas de que puedan pasar necesidad, pero luego te viene a la
cabeza que al fin y al cabo se supone que están ahí por vocación de servicio
público, y no por hacer carrera.
Se te ocurre así que, en estos tiempos de crisis brutal, muchos de esos puestos
podrían incluso ser honoríficos, en el sentido de que quien quisiera ocuparlos tuviera que hacerlo desinteresadamente y sólo con los gastos pagados; pero para no ponerte radical, apruebas mantener los ayuntamientos
(incluso los más pequeños), las diputaciones, parlamentos autonómicos, consejos
consultivos y defensores del pueblo de las autonomías, Parlamento estatal,
Senado, Consejo de Estado, etc., etc., pero… Decretas una rebaja del 50% de
todos los sueldos.
Además te muestras comprensivo, y dejas escrito que entiendes perfectamente
que muchos de ellos decidan no continuar su labor por la mitad de la
remuneración, en cuyo caso esos puestos quedarán vacantes hasta nuevo aviso:
tal vez así se consiga reducir el número de integrantes de esos organismos.
Pero sospechas que no te va a llegar ninguna petición de abandono...
Suena entonces el teléfono.
Te avisan que hoy tienes la toma de posesión de José Luis Rodríguez Zapatero
como miembro del Consejo de Estado, y la inauguración de la exposición con
motivo del montón de años que han pasado desde la llegada del tren a Galicia.
Declinas la primera invitación y cursas un telegrama felicitando a los asistentes
de la toma de posesión por ser los últimos que las verán, ya que vas a decretar una suspensión de todas las tomas
de posesión hasta que tengamos superávit de las cuentas públicas: A partir de
este momento se tomará posesión en privado y sin ceremonia.
Aprovechas también para recordar que las pensiones de los políticos están
también sometidas a la rebaja del 40%. Por tanto, Zapatero pasará de 80.000
euros a 48.000 por exPresidente, y de 70.000 a 42.000 por miembro del Consejo
de Estado. Percibirá un total de 90.000 euros en vez de 150.000.
Respecto a la exposición ferroviaria, envías un burofax al Presidente gallego en el que cortésmente le indicas que el coste ha de ir cargado a la asignación de 100 millones de euros de su partido, por no poder el Estado hacerse cargo de esas fiestas. Preparas además otro decreto por el que se suspenden todos los gastos no directamente productivos en el país hasta que haya una creación neta de
empleo.
Cuando estás pensando qué
vas a hacer con el dinero que sobra, porque te has excedido ahorrando y
sobrepasas los 16.000 millones de euros, lees que la Ministra de Trabajo ha
decidido que los parados que quieran, puedan cobrar por anticipado su
prestación para crear un negocio.
Te quedas pensativo, porque te das cuenta de que los ciudadanos siempre
tienen que arriesgar su propio dinero, en caso de que algún parado quiera
arriesgar lo poco que les queda para meterse a invertir cuando ni los grandes
fondos de inversión se lo plantean. Sin embargo, los bancos no paran de recibir
ayudas, que se supone son para dar créditos a esos ciudadanos.
Pero hoy se trata de contentar a Merkel y Sarkozy con el
déficit público. Como ya hemos conseguido nuestro objetivo, e incluso ha sobrado dinero, decidimos no seguir removiendo más las aguas para ver "cómo salir de ésta”...
Hasta el lunes…