Ayer por la noche tuvimos bronca en la reunión de comunidad de vecinos; y
de las gordas.
Resulta que casi todos pagamos el recibo con regularidad y sin problema,
salvo alguno que consigue zafarse. Sin embargo, la mensualidad no para de
subir, aunque lo llevamos con relativa paciencia y sin queja.
Los problemas comenzaron cuando al presidente le dio por realizar unas
obras en la terraza que nadie entendió. Se supone que con la nueva solería
podríamos pasear por allí; pero es que... ¡Nadie pasea por allí!
Total, que ahora nos dicen que van a subir de nuevo las mensualidades
para costear las obras, que parece ser que están aún sin pagar.
Pero la mayor sorpresa ha venido con un nuevo recibo que el administrador
se ha sacado de la manga para pagar el ascensor. Resulta que tenemos que
pagar 20 euros al mes por vecino, porque el ascensor es muy caro.
"Pero bueno –tuve que saltar indignado en la reunión–, ¿es que no
pagamos ya el recibo general?".
"Vamos a ver –me replicó el presidente– es que todo el mundo lo usa
mucho. El pago es sobre todo para evitar que se utilice demasiado el
ascensor".
“Me parece perfecto –le respondí con mayor indignación–, pues si nos van a
cobrar por el ascensor, que se supone está incluido en el recibo general, que nos
descuenten lo que pagamos por él de ese recibo, que además no para de crecer”.
Total, que ahora andamos todos preguntándonos para qué puñetas pagamos el
recibo mensual, si luego nos cobran por todo...
Durante los últimos años ha subido
el IRPF, IVA, IBI, impuestos indirectos…
Ahora se van a cobrar nuevas tasas
judiciales, que afectarán a las personas físicas: Habrá que pagar 800 euros por
apelar.
¿Adónde van nuestros impuestos?