La
confianza es lo más importante en bolsa, como hemos comentado en la anterior entrada; o si queremos ponerlo de otro modo, la
ausencia de incertidumbre.
No hay nada peor para los mercados que no saber lo que va a pasar
Para un inversor en bolsa, o un inversor en general, lo
principal es saber qué va a ocurrir en el futuro, y ello por encima incluso de que las noticias sean
buenas o malas.
Imaginemos que se anticipa una mala noticia, como puede ser
una gran sequía y escasez de alimentos en un lugar. Para un inversor eso no es
necesariamente malo, pues puede anticiparse e invertir en empresas proveedoras
de alimentos desde el exterior.
Pero si se produce un evento inesperado, como pudieron ser
los atentados de las Torres Gemelas, entonces la bolsa se desploma, y con ella
los mercados.
¿Y qué sucede ahora en España desde el punto de vista inversor?
Si leemos los informes que manejan los grandes
inversores, se está trasladando una imagen de inseguridad de cara al futuro dentro de nuestro país. Y
ello motivado entre otras cosas por los casos de corrupción.
Pero como los mercados tienen ya muchos años, lo que les
inquieta no son los casos en sí, que de hecho diría que vista la trayectoria de
nuestro país casi los dan por descontados, sino el hecho de que no se sepa qué
va a pasar en un futuro: Si seguirá el Gobierno tal y como está conformado ahora o no.
En ese sentido –una vez más– no es tan importante el hecho de
que el gobierno cambie o no, como el no saber si lo va a hacer. Y por lo pronto ahora hay dudas dentro de los inversores.
Por eso, ¿qué mensaje transmitió el Presidente del Gobierno
en su reunión con los mayores empresarios españoles hace pocos días?: Les
aseguró la estabilidad política.
Ahora todo está en que los inversores, y la bolsa, se lo
crean. O si no, seguirán con las dudas de tener que deshojar la margarita.
Y nuestra economía sufrirá mientas se deshoja. Y no lleguemos al último pétalo.