El 28 de junio de 1.919, los tres países vencedores de la Primera Guerra Mundial (EEUU, Gran Bretaña y Francia), imponen a Alemania unas duras condiciones por el Tratado de Versalles.
El 3 de septiembre de 2.012, los tres miembros de la Troika (el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo), donde Alemania tiene un papel preponderante, imponen a Grecia unas duras condiciones para recibir el rescate.
Se le exige a Alemania que, aparte de las condiciones militares, entregue barcos, cabezas de ganado, la industria química y farmacéutica, y unas sumas de dinero que no podía pagar, que suponen más que todas sus reservas internacionales.
Se le exige a Grecia que, aparte de las condiciones políticas (que han impuesto un Presidente aprobado por Europa), venda sus bienes públicos, y ahora que los griegos trabajen seis días a la semana, reduzcan el descanso entre turnos de trabajo y a la mitad la indemnización por despido.
Las duras condiciones provocaron la miseria de la población alemana, y la explosión de grupos nacionalistas que apelaban al orgullo alemán.
Las duras condiciones provocarán la miseria de la población griega, y la explosión de grupos nacionalistas que apelarán al orgullo griego.
El pueblo alemán fue conducido primero a la guerra por sus dirigentes, sufrió luego las consecuencias impuestas por los tres vencedores, y se rebeló más tarde en Hitler.
El pueblo griego fue conducido primero a la crisis por sus dirigentes, sufre ahora las condiciones impuestas por la Troika, y se rebelará más tarde en...
Alemania: no tienes memoria.