12:00 p.m. Banco de España. Madrid.
- Señores, espero que traigan
buenas noticias, porque a este paso Campoalto será conocido en toda la Unión
Europea.
- Bueno, Sr. Gobernador, ya sabe
que allí son un poco cerriles, y es difícil que el alcalde dé el brazo a
torcer.
- Ya, pero eso de “Campoalto
pueblo libre, también de hipotecas” parece diseñado por un experto en
marketing, y –por cierto– experto en hundir el sistema.
- La verdad es que si el ejemplo
cunde –otro minipueblo, Canteras, ya se ha unido a la protesta– la cosa puede
ser grave.
- ¿Grave? Señores, déjenme que
les recuerde lo siguiente:
La banca española tiene 900.000 millones de euros invertidos en
hipotecas de sus clientes, casi tanto como el PIB español, es decir, todo lo
que produce nuestro país en un año.
Además, nuestros bancos han usado esos 900.000 millones que les deben
sus clientes como garantía para pedir dinero al exterior, en lo que se llaman
cédulas hipotecarias.
No tengo que aclararles que si una mínima parte de esos 900.000
millones dejase de pagarse, sería una hecatombe:
Los bancos dejarían de ingresar las mensualidades de las hipotecas, que
son su gran fuente de ingresos.
Dejarían también de recibir dinero del extranjero, puesto que nadie les
prestaría tomando como garantía unas hipotecas que la gente no quiere pagar.
En fin… El colapso del sistema. Sólo les voy a dar un dato: España ha
pedido a Europa un préstamo de 60.000 millones de euros para la banca. Eso es
menos del 7% de los 900.000 millones de euros que tienen en hipotecas.
Resumiendo: Si ocho de cada
cien personas que tienen hipoteca dejasen de pagarla, al menos unos meses, haría
falta pedir el doble de dinero a Europa. El sistema se derrumbaría.
- Sr. Gobernador, ¿puedo hacerle
una pregunta?
(Silencio en la sala, y una
mirada asesina hacia el preguntón por parte de los directivos del banco que han
acudido a la reunión).
- Perdone, ¿quién es usted?
(Murmullos entre los directivos,
que se preguntan también quién es ese empleado que han llevado y que se supone
debía mantener la boca cerrada).
- Bueno, yo soy sólo un
secretario, y tal vez no debería preguntar….
(Asentimiento entre sus jefes,
como diciendo: “efectivamente deberías callarte”)
… ¿Pero cómo es posible que
nuestros bancos tengan buena parte de su dinero en un solo sector? ¿Cómo no
anticiparon que ese sector podría debilitarse? En fin, Sr. Gobernador, yo no
tengo mucha idea…
(De nuevo asentimiento entre sus
jefes)
… Pero me da la impresión de que
se metieron de lleno en la construcción, y las hipotecas, porque querían sacar
un gran beneficio, y ahora han quedado en una posición muy débil…
(El Gobernador miraba con asombro
al chico, y hacía una breve consulta a un ayudante, para asegurarse que no iba
con cámara oculta para luego publicar la reunión)
… Vamos, y si se me permite la
confidencia…
(“No, no se te permite”, pensaron
sus ya seguros ex-jefes)
… Si todo el sistema financiero
de un país depende de que ocho de cada cien personas dejen de pagar… Como que
no es tan sólido, ¿no?
12:35 a.m.
- Banco de España: Se levanta la
sesión para tomar un café. Tras ese café una persona menos acudirá a la
reunión. Dicen que un secretario.
- Campoalto: El alcalde se reúne
en el bar con el pedáneo de Canteras. Anselmo, Basilio y María Antonia –la guardiana de la llave de la iglesia– como testigos.
- España: Todo un sistema
financiero rezando para que “Campoalto y Canteras pueblos libres, también de
hipotecas” no sigan añadiendo adeptos.
Moraleja:
Tenemos el sistema financiero más
sólido del mundo.