De un tiempo a
esta parte, se nos anima a transmitir sentimientos y mensajes positivos, que
nos harán salir antes -por ellos mismos- de la crisis.
La situación en
la que nos hallamos inmersos no sería fruto
tanto de realidades y acciones concretas, de personas e instituciones,
como de un sentimiento negativo que se ha instalado en nuestra sociedad.
No podemos estar
más de acuerdo. Por ello, hemos decidido cambiar el artículo de hoy, con la
idea de contribuir a un mejor ambiente que mejore por sí mismo nuestra
situcación económica.
Había pensado
comenzar el artículo con una pequeña anécdota:
Hoy, al salir de casa, he visto que el día era muy
frío, y he cogido el autobús. Allí he leído una carta del ayuntamiento. Me envían el IBI, que ha subido otra vez este año.
Al bajar, me he cruzado con un sintecho, y me he
preguntado adónde va el dinero de mis impuestos.
Pero me he dado
cuenta de que la actitud debe cambiar, para transformar también nuestra
situación de crisis; así que diré más bien:
Hoy, al salir de casa, he visto que el día había
moderado su calor, y he cogido el autobús. Allí
he leído una carta de la corporación local que atiende a los ciudadanos en sus
necesidades. Me envían el IBI, que me supone la oportunidad de contribuir a
mejorar el déficit de mi ayuntamiento.
Al bajar, me he cruzado con un sujeto en exclusión
social, y me he preguntado cómo puede las crisis global afectar a la asignación
de los recursos.
El artículo,
antes de imbuirme de la nueva solución a la crisis, continuaba diciendo:
"España culmina la mala imagen de sus
instituciones cediendo a Europa las competencias del 95% de su sistema
bancario. A partir de ahora, será Bruselas la que marque las directrices de
nuestro sistema financiero. Desprestigiado por los acontecimientos de los
últimos años, el Banco de España deja de tener sentido"
Pero he
detectado mi error, y rápidamente lo he corregido a:
"España se congratula de que Europa ejerza un
control bancario común. El hecho de que nuestras entidades sean supervisadas
desde Bruselas, dará una mayor confianza a los inversores. Culmina así el
esfuerzo estos años del Banco de España, que se centrará en entidades pequeñas
como Caja Pollença"
Seguía yo alegre por la
nueva filosofía económica que me embargaba, cuando me ha llamado mi novia, y me ha
animado a que este año le regale algo que: "Incremente
positivamente la valoración del año anterior, lo cual contribuirá a su
satisfacción y redundará en el bien común".
Me he dado
cuenta de que la nueva solución voluntarista de la crisis tiene efectos secundarios...