Las reuniones en Bruselas, o ahora en Berlín por el cambio de poderes en la
Unión Europea, suponen para muchos de nuestros dirigentes y directivos la
entrada en una especie de mundo "Mátrix".
Se trata de un mundo desconectado del que se vive en la tierra patria, y en
el que se hacen tantas veces declaraciones que más tarde hay que rectificar
de urgencia cuando se publican aquí; porque la salida del mundo
"Matrix" supone toparse de nuevo con la realidad nacional.
Un ejemplo lo encontramos en las recientes declaraciones en
Bruselas del Presidente del BBVA a sus colegas:
"La mayoría de los
españoles aceptan los recortes, y se aguantarán"
Efectivamente, los españoles estamos aguantando una subida de impuestos que, de facto, nos ha quitado un 12% adicional de nuestra renta disponible. Y
ello, no nos engañemos, para pagar excesos pasados en aeropuertos sin uso,
congresos y eventos públicos de temática dudosa, fundaciones con fines
inexistentes, etc.
Estamos aguantando desde hace años el recorte de gastos sociales, que nos hace guardar más
colas que nunca en las urgencias de los hospitales, y ver las pensiones de
nuestros mayores disminuir por los métodos más sofisticados de
recálculos, gravámenes o bajadas directas.
Estamos aguantando desde hace años que los funcionarios tiemblen cada vez que reciben el
extracto del banco para ver cuánto les llega ese mes; o si les han quitado
alguna paga.
Estamos aguantando desde hace años esos juicios continuos por malversaciones de fondos, que
acaban con penas menores y el dinero malversado sin recuperar.
Pero, ¿hasta cuándo? ¿Ese "aguantarán" no tiene límite?
Permítame, Sr. Presidente del BBVA, que reescriba su frase:
La mayoría de los españoles
aceptan los recortes, y se aguantarán si...
- Se reducen los 1.228 diputados de 17 parlamentos autonómicos, y otros 350
nacionales, que gastarán más de 500 millones de euros este año; sin incluir 30
millones en móviles y 1 en ipads.
- Ya que las diputaciones nos cuestan 22.000 millones, se replantea la
existencia o el tamaño del Senado.
- Disminuyen los 40.000 coches oficiales, que nos suponen 1.920 millones de
euros de uso y mantenimiento.
- Se soluciona el tema de las embajadas autonómicas, que salen por 500
millones al año.
- Hacienda y la Seguridad Social cobran los 750 millones que les deben los
clubes de fútbol.
- Puesto que no hay un peligro inminente de invasión extranjera en España,
sino más bien de invasión total de la crisis, se reducen los
35.000 millones de euros comprometidos en compra de armas para los próximos 10
años.
- Ya que en España hay tantas mujeres que no llegan a fin de mes, e incluso
tienen que acudir cada día a comedores de Cáritas, se replantean los 16 millones
de euros que donamos a la agencia de la ONU para las mujeres (Francia da
200.000 euros): La solidaridad primero con los de dentro.
Estamos aguantando, Sr. presidente del BBVA, pero sinceramente no sé hasta cuándo; porque además, el nuevo objetivo de déficit habrá de cumplirlo de alguna manera, y esa manera desde hace años consiste en hacer recortes, o subir aún más los impuestos.
Pero a mí me salen muchos millones en las partidas mencionadas, y otras que
me dejo para no ser prolijo. Tantos que hasta podría dejar el déficit en cero sin
tocar gasto social.
Dígalo en Europa, Sr. presidente del BBVA, y si no les gusta a algunos, que se
aguanten. Ellos.