El blog
Ahora que el blog ha sobrepasado el millón
de visitas, tiene una buena presencia en medios de comunicación y hacen uso asiduo de él algunos de nuestros políticos, nos suelen preguntar: ¿Qué intenciones tiene todo
esto?
Podría ser una intención política, si no fuera porque hemos
rechazado los lazos que nos han echado desde diversos grupos y movimientos; o tal vez económica, aunque no lo parece desde el momento en que optamos por la debilidad
del ciudadano frente a la fortaleza de algunos estamentos.
La perspectiva
Siempre es bueno, en toda actividad y situación en la vida,
levantar la mirada y tratar de otear el horizonte, el más allá: el futuro.
Pero no se trata solamente de intuir ese tiempo
venidero, y prepararnos tal vez para afrontarlo en mejores condiciones. Por
tanto no es lo esencial para nosotros intentar tocar ese futuro y prevenir
–ahora que estamos en esta crisis– las consecuencias negativas.
Podríamos estar contentos porque una señora que vino a
vernos a Madrid evitó hacer aquella inversión en un negocio que le propuso un amigo, y que hubiese llevado a la ruina sus pocos ahorros; o tal vez porque será difícil que a los lectores les enganchen ahora en productos bancarios que, bien lo sabemos, son tantas veces interesados.
Responsabilidad sucia
Pero todo eso, aun siendo muy importante, no oculta lo que nos mueve: No queremos el día de
mañana tener que bajar la mirada cuando nuestros hijos o
nietos nos digan "papá, abuelo, ¿tú qué hacías cuando
pasaba todo aquéllo?"
Ya sabemos que la responsabilidad es algo pasado de moda en
nuestros días, pero tal vez algunos piensen distinto cuando dentro de
unos años miren su vida con la perspectiva de quien tiene casi todo su tiempo
detrás, y poco por delante.
Será entonces cuando nosotros podremos decir:
Allí estábamos contra corriente, no éramos marcianos -como apuntábamos el lunes-
sino personas con los pies en la tierra. Esa tierra que mancha y ensucia. Tratando de sacar adelante a los nuestros, lo de todos.
Porque hoy toca mancharse y ensuciarse. Que el mañana no nos
pille limpios. De humanidad.