10 de abril de 1912. Titanic. Puerto de
Southampton, Inglaterra.
- A ver, sitúense todos en cubierta. Silencio por favor, que va a dirigirles un mensaje el capitán.
- Buenas tardes,
señoras y señores pasajeros, habla el capitán. Les he reunido mientras
salimos del puerto para decirles que en los próximos días chocaremos con un
iceberg.
Nuestra
estimación es que el impacto se produzca por la parte delantera de estribor,
para ir avanzando unos metros hasta alcanzar la parte central del buque.
Desde el puente
de mando les queremos pedir paciencia y tranquilidad -dentro de lo posible-,
pues estamos analizando detalladamente la situación y hablando con colegas de
otros barcos, para asegurarnos de que el impacto no haga más daño del necesario.
Morirán muchos de
ustedes, y otros quedarán heridos. Sin embargo, estamos organizando los equipos
de rescate para que el tiempo en el agua de los ahogados sea el menor posible,
y que pronto puedan subirse a un bote los que hayan caído en el mar y aún puedan
hacerlo.
Van a disponer al
término de esta conferencia, de gráficos detallados de los fallecimientos
previstos, ordenados por edad, sexo y clase en la que viajan.
Y ahora, si
alguien tiene alguna pregunta, tanto yo como las personas de mi equipo estaremos
encantados de responderla.
A ver, sí, por
favor, la señora del fondo.
- Ejem, bueno, yo
no soy una experta, señor capitán, pero... Si usted prevé ese choque con tantos muertos... ¿Por
qué no hacemos lo posible y lo imposible por evitarlo? No sé, cambiar de rumbo,
ver la manera de bordear el iceberg o cualquier otra cosa. Pero es que ni mi
marido ni yo queremos morir...
2 de marzo de 2012. Ministerio de Economía.
España
El Ministro anuncia que el año que viene se prevé una
destrucción de empleo de 630.000 personas...