Están claros nuestros males, y también que son duraderos, como parece que
nos quieren hacer a la idea de un tiempo a esta parte. Pero, ¿qué hacer? ¿No
hay solución? ¿Sólo queda resignarse?
NO PARECE QUE VAYA A OCURRIR NADA NUEVO... AL MENOS DE MOMENTO
Cada vez cunde más entre los ciudadanos la impresión de que "esto no
lo remedia nadie". Y es ciertamente difícil que todos se equivoquen, sobre
todo cuando hablan aquéllos que pisan el terreno día a día, las calles, las
empresas y los bancos; pero las sucursales, no los despachos de directores
generales.
Y es curioso que a pesar de lo mucho que se está haciendo según nuestros
dirigentes y medios de comunicación, no se nota nada en la calle, en la vida
diaria. Y lo que es peor:cada vez recibimos más mensajes de que esto va para
largo, o que las medidas adoptadas sólo surtirán efecto
con el tiempo, demasiado tiempo.
LA NECESIDAD DE HACER ALGO... YA
Pero los ciudadanos no disponemos de ese tiempo: La crisis ha sido demasiado larga ya, y no tenemos nada en la despensa. Por eso, no nos consuela saber que
tal vez en el 2014 estaremos mejor; máxime cuando esa fecha cada vez se mueve
más adelante.
Nuestra situación no es la de dar un cambio de rumbo más o menos grande, ni
la de prepararnos para lo que ha de venir: Ha llegado, el fuego ya está aquí;
y hay que apagarlo.
El lenguaje económico se mueve últimamente en el discurso del "se
están poniendo las bases", pero cuando la casa está ardiendo, se nos
antoja corto ese discurso: no necesitamos poner las bases de la compra de
extintores, necesitamos apagar el fuego: ya.
LA ECONOMÍA REAL
No nos cansaremos de repetir que la economía que vale es la real, que
-dejando aparte tecnicismos- es la que todos vemos, sentimos y ahora sufrimos. Por
eso, la percepción de la gente es el más claro índice de cómo están las cosas.
Al preguntar el año pasado a los ciudadanos "cómo están las
cosas", respondían: "mal". Y ahora, tres meses después, dicen:
"mal". ¿Y antes de la reforma financiera?: "mal". ¿Y después?:
"mal". ¿Qué dirán después del viernes y la reforma laboral?...
Miremos los datos "reales", tan palpables y entendibles por todos, que a menudo tienden a ocultarse:
- ¿Cuánto crecerá la economía de nuestro país este año?: Decrecerá un -1,5%.
- ¿Cuántas personas irán al paro?: 2.000 al día.
- ¿Cómo está la producción de las fábricas en nuestro país?: Ha caído un
2% en el último año.
- ¿Cómo están los créditos a empresas y particulares?: Han caído un 4%.
¿A que todos entendemos esos datos? ¿Y por qué siempre nos hablan de la
economía con datos abstractos?
Ojos que no ven... Corazón que no siente. Pero nosotros sí que sentimos, y
sufrimos: las consecuencias de no agarrar el toro por los cuernos y solventar
esos datos, que son problemas y dramas personales.
Por eso hay que dar soluciones reales a la economía real. Como apuntaremos mañana...