Ayer recibimos el siguiente email. Por su interés lo publicamos, dejando al autor en el anonimato que nos ha pedido.
Agradecemos de nuevo a todos aquéllos que con sus llamadas, cartas, emails y entrevistas personales, hacen existir cada día este blog tal y como aparece.
Sr
Arroyo, soy fiel seguidor de uno de los programas donde usted aparece, y me
identifico en muchas ocasiones con sus comentarios.
El motivo de esta carta es decirle que soy profesional ferroviario, o sea, ferroviario de toda la vida y vinculado en mucho a la de conducción de trenes.
Después
del lamentable accidente de Santiago, y siguiendo la noticia paso a paso por
estar dentro de mi profesión, le digo que eso era un accidente en potencia, es
decir, que solo era cuestión de tiempo, como así ha sido.
Ese
maquinista que conozco un poco, Garzón, me consta que es un buen profesional,
con un expediente intachable, pero tenía que ocurrirle a alguien y ha sido a
él.
¿Qué
ha ocurrido? Fácil de entender para un profesional de la conducción de trenes.
Un olvido, una distracción. ¿Por qué? Porque no se puede bajar la velocidad de
200 a 80 simplemente porque lo refleje la hoja de ruta en un punto kilométrico.
Era
cuestión de tiempo que alguien no mirara esa hoja de ruta, y cuando se dio
cuenta era tarde. Ese cambio de velocidad debería estar señalizado en vía, es
decir, deberían estar colocados dos cartelones: Uno circular de 80 a unos 2000
metros para que el maquinista comenzara a frenar hasta llegar al siguiente
cartelón (en forma de rombo también con el 80 inscrito) antes de la curva, que
es donde el maquinista después de ese espacio de 2000 metros ha podido reducir
la velocidad a 80. Ahora seguro que lo van a colocar.
Pero el dirigirme a usted no es otra cosa que comentarle el hecho de esa comisión de "sabios" ferroviarios creada por Fomento que van a analizar la situación de la seguridad ferroviaria en España.
Pero el dirigirme a usted no es otra cosa que comentarle el hecho de esa comisión de "sabios" ferroviarios creada por Fomento que van a analizar la situación de la seguridad ferroviaria en España.
Mire,
lo primero que deberían hacer es ACTUALIZAR EL RGC. ¿Qué es el RGC?: El RGC es
el Reglamento General de Circulación, que es el libro que regula la circulación
de los trenes.
Este
reglamento es de 1992 y está desfasado, de hecho ya se quiso actualizar en 2005
pero aquello quedó en nada porque aquí en esta empresa nadie firma nada, porque
nadie sabe nada (los cargos superiores son políticos a dedos que de ferrocarril
saben poco y no se atreven a cambiar una normativa que ellos no conocen).
Otro
tema es que la seguridad en Renfe Operadora está asociada a la Producción. Como
verá, producción y seguridad son antagónicas: Si primas la producción mermas la
seguridad y viceversa, y está ligada precisamente para que convivan sin pisarse
la manguera (valga el símil del bombero).
El RGC está anticuado ya que incluye algunas normas del vapor (digo bien, vapor): Apretar frenos, aflojar frenos entre otros, además que habla del ayudante de maquinista que esto hace años que desapareció, (esto se lo detallo a grandes rasgos para no hacer la carta interminable).
Nada
habla del ERTMS, ni del ASFA DIGITAL, ni de nuevos Bloqueos que han ido
apareciendo, y esto debería estar integrado en ese RGC y no como documentos
anexos, así como un número de Circulares Generales, etc.
En
definitiva, que si hay que hacer algo en beneficio de la seguridad es
actualizar el RGC, que es el Código de Circulación de los trenes.
No me
extiendo más. Espero haberle sido útil y le pido la máxima reserva.
Anónimo.
Anónimo.