- Oro parece, plata no es: ¿Qué
fruta es?
- ¡Naranja!
O poniéndolo en económico:
- La economía no tiene
crecimiento: ¿Qué tengo que hacer?
- ¡Dar más dinero público a los
bancos!
O en términos más reales:
- Vamos a llegar este año al 27%
de paro: ¿En qué tengo que centrarme?
- ¡En la prima de riesgo!
Ayer el Fondo Monetario
Internacional empeoró la previsión de crecimiento de España, desde un -1,5% a
un -1,6%. Además, subió la previsión de paro hasta el 27%.
Hemos dedicado tantas fuerzas a
tratar de sanear el sistema financiero, en vano, que se nos ha olvidado lo que realmente crea economía, crecimiento y empleo.
En el fondo no se trata de algo
casual: Siempre resulta más sencillo, aunque aparente lo contrario, hablar de
grandes magnitudes macroeconómicas, y sobre todo financieras -desde un
despacho-, que enfangarse los zapatos en temas agrícolas, ganaderos, pesqueros,
comerciales…
Y al final la realidad siempre se
impone:
- La fruta es el plátano.
- Tengo que hacer crecer la
economía.
- Hemos de centrarnos en crear empleo.
Pero para ello hemos de conocer cómo
se cultivan los plátanos, hacer crecer su producción y que se creen así más
puestos de trabajo. Todo ello desde un conocimiento
sobre el terreno y, sobre todo, con un plan: real, concreto y creíble.
Mientras en las altas esferas se
producen grandes reuniones, que normalmente culminan en planes etéreos sobre
variables igualmente vaporosas, los ciudadanos vemos cómo día a día cierran más
comercios en nuestras calles, más empresas en los despoblados polígonos, y se van al paro más familiares y amigos.
Estamos haciendo grandes
esfuerzos, que nos hacen llegar al límite de lo soportable, pero los españoles
estamos acostumbrados a realizarlos. El problema aparece cuando no se ve un
horizonte, porque cada vez que llegamos a la anunciada fecha de la recuperación,
esa fecha se corre más adelante y se dice que se producirá dentro de otro año.
España no puede tener una economía
que, a estas alturas y después de tantos esfuerzos, siga contrayéndose en vez
de crecer, y un paro que se acerca ya al 30%.
Hace falta que nuestros
dirigentes salgan a la calle y vean lo que pasa, para que arreglen la situación,
con un plan real, concreto y creíble.
No tenemos tiempo para seguir
discutiendo si la culpa fue de unos o de otros. Porque ahora toca comer, toca
vivir; y toca hacerlo ya.