HASTA LA SEMANA QUE VIENE: Algunas ideas para sobrevivir

Me permito unos días de descanso hasta la semana que viene. Minivacaciones en las que os dejo con los artículos anteriores, que han anticipado la que se nos ha venido encima. Sólo hacía falta tener los ojos abiertos, un poco de sentido común y no usar lenguaje políticamente correcto, para llegar a la conclusión de que el barco hacía aguas.

Respeto mucho a los que siguen el blog, y merecen una dedicación a fondo que estos pocos días viajando no voy a poder tener. Serán pueblecitos de Cádiz. No iré a Martha's Vineyar, lugar superexclusivo de EEUU adonde se ha dirigido Obama, ni al hotel cinco estrellas gran lujo precisamente en Cádiz, donde se encuentran nuestros políticos Javier Arenas, Patxi López y Rosa Díez (en esto sí han logrado el consenso).

No soy de los que prefieren a los políticos porque parezcan pobres, sino que me molesta que ellos mismos quieran sólo parecerlo en período electoral (¿Os acordáis de Rubalcaba conduciendo un pequeño utilitario por Madrid hace unos días para hacerse la foto?)

Ayer fue un jueves negro en la bolsa y los mercados -sobre todo para España-, y ahora ya muchas voces hablan de recesión. El único consejo que se puede dar para sobrevivir es lo que os plantearíais si tenéis que coger un bote salvavidas: agarrar todo el dinero en efectivo que tengáis y dejar el resto. Así pues, aunque ya lo sabéis, es la hora de juntar dinero líquido, de alquilar mejor que comprar, de no gastar salvo lo imprescindible. En definitiva, de acumular -y en dinero- como las hormigas hacen con la comida.

Y como la economía no son grandes números, sino personas, hay que desconfiar de esos dirigentes que nos animan a gastar en coches y en consumo, y comprando casas, para que el mercado no se hunda más. Lo primero es que no se hundan las personas y puedan sobrevivir: que tiren de los grandes números esos dirigentes, aunque ya lo hacen con su veraneo. Y con nuestro dinero. Porque cuando dicen que lo pagan de su bolsillo... ¿Quién llena ese bolsillo? Entre otros, los lectores de este blog. Y no me parece mal -digo- si al menos se lo ganaran, o ya por pedir poco, que no nos arruinaran.

Hasta la semana que viene. Que volvemos con nuevas fuerzas y novedades.