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miércoles, 3 de abril de 2013

LA CIGARRA DÉFICIT Y LA HORMIGA CIUDADANA: El cuento de nunca acabar


- Papá, cuéntame un cuento…

- Muy bien, hija, pero luego prométeme que te duermes.

- De acuerdo, papá.

Hace no mucho tiempo, en un campo cerca de aquí, vivían una hormiguita y una cigarra.

La hormiga era muy trabajadora. Se levantaba cada día temprano y trataba de conseguir toda la comida posible, para que no le faltase de nada a ella y a su familia durante el invierno.

La cigarra, por el contrario, era poco previsora. No trabajaba prácticamente nada, y sólo agarraba la comida que le llegaba sin esfuerzo adonde ella estaba; sobre todo se dedicaba a pasárselo bien.

Y mientras la hormiguita trabajaba de sol a sol, la cigarra la miraba y le decía: “Pareces tonta, ¿no te das cuenta de lo bien que se vive aquí tirada sin hacer nada?” Pero la hormiguita seguía con su labor, sin atender esas malas palabras.

La hormiga iba juntando poquito a poco comida en su casa, contenta porque no le faltaría nada en el invierno. Pero la cigarra derrochaba todo lo que iba consiguiendo, y no guardaba nada para más adelante; sólo se preocupaba de organizar fiestas con sus amigas.

Llegó el invierno, tan frío y duro que hasta a la hormiga se le acababa la comida que tenía acumulada. Entonces vio cómo la cigarra estaba más alegre y contenta que nunca, mientras seguía oyendo el ruido de sus fiestas.

Fue entonces a su puerta y le preguntó: “Cigarra, ¿cómo no estás preocupada y triste como yo?” Y la cigarra le respondió: “Pues porque ya te dije que no me faltaría de nada, que la despensa me la llenarían siempre que me hiciese falta”.

Y continuó: “Eres tonta hormiga, te matas a trabajar de sol a sol, y yo soy la que disfruto”. Así que la hormiga se fue triste, sin entender nada…

- Papá, ¿y cómo se llamaba la hormiguita?

- Ciudadana, hija mía.

- ¿Y la cigarra?

- Déficit.

- Papá, ¿y cómo consigue la cigarra llenar su despensa sin trabajar?

- Pues pidiéndole dinero a los bancos.

- ¿Y quién le devuelve ese dinero a los bancos?

- La pobre hormiguita Ciudadana.

El déficit aparece cuando el Estado se gasta más de lo que ingresa.
En 2.013 España tenía previsto gastarse 45.000 millones de euros más de lo que ingresa
Acaba de pedir a Europa poder ampliarlo a 60.000 millones de euros.
Ese dinero se lo prestarán los bancos.
Y lo pagaremos todos.

- Papá, no puedo dormirme.

- ¿Por qué, hija?

- Tengo pesadillas…


lunes, 1 de abril de 2013

AYUDANDO A LOS BANCOS: ¿Sustrayendo nuestros depósitos?


Comentario recibido, que por su interés publico, acerca de las ayudas públicas a la banca, y la posible sustracción de los depósitos de los ciudadanos.

PREGUNTA:

"Algunos pedíais hace un año que no se dieran ayudas públicas a los bancos españoles, y criticáis ahora la 'quita' a los ahorradores en Chipre. ¿Cómo pensabais que se pagaría entonces el rescate de nuestra banca? De alguna forma hay que hacerlo"

RESPUESTA:

Lógicamente, aquí cada uno tiene su visión e ideas, y mi argumento no es el único posible; pero así es cómo veo yo este problema, junto con otros economistas:

1) Los bancos son empresas privadas, y como tales, pueden tener beneficios o pérdidas.

2) Cuando tienen beneficios los reparten entre sus dueños, y cuando tienen pérdidas han de asumirlas, sin que tengamos los demás que solucionarlas, de la misma manera que no participamos de sus beneficios.

3) Es verdad que el sistema bancario es muy importante para una economía y un país, pero ello no se traduce en que hay que ayudarlo con nuestro dinero público -pues ya hemos dicho que son empresas privadas- sino en un mayor control.

4) Ese control se realiza (supuestamente) por muchos organismos, como el Banco de España, el Ministerio de Economía... Y ello porque esas empresas privadas (bancos) son muy importantes, y podrían causar un grave perjuicio a la economía y al país.

5) Por eso, decimos siempre que un agujero no empieza de golpe con 22.000 millones de euros como ha sucedido en Bankia, sino con 1, 2, 10, 1000... El problema surge cuando no se hace nada y nos encontramos luego con ese inmenso agujero, y entonces se pide que se tape con el dinero público.

6) Por tanto, la falta de control nos lleva a un agujero inmenso en un banco. Pero, ¿qué hacer entonces?

7) En España se opta por taparlo con dinero público, y además con dos graves inconvenientes:

- Por un lado, los que lo han creado no se hacen responsable de él, y nos trasladan a nosotros su problema (insisto en que no nos trasladaron sus beneficios cuando todo les iba bien).

- Por otro, se hace una grave injusticia al resto de empresas privadas: ¿Por qué no tapan también con dinero público las pérdidas del frutero de la esquina? ¿O por qué no las de mi vecino? Obviamente si hay un agujero es porque las cosas se han hecho mal, y entonces si se decide ayudar con el dinero de todos, todos tenemos derecho a esa ayuda.

8) Hay que añadir que la falta de control y diligencia nunca es casualidad, sino fruto de otras cosas como la elección de los directivos de los bancos o cajas no por criterios profesionales sino por cercanía personal o ideológica.

9) Si encima de ayudarles con dinero público, hago que paguen los que han depositado allí su dinero, entonces podemos preguntarnos: ¿Dejaremos que otras empresas privadas, como los parkings, se queden con los coches allí depositados si tienen problemas financieros?

10) Es un caso tremendamente similar: Vas a recoger tu coche al parking al final de la mañana y te dicen que se lo quedan, y que además tú elegiste el riesgo de tener el coche allí en vez de en tu casa.

- No estoy de acuerdo: lo aparqué allí pensando que no le pasaría nada, y como el coche es de mi propiedad, tú no tienes derecho a quedártelo. Igual que los depósitos bancarios.

11) Entonces si el agujero se ha hecho inmenso, y no podemos usar el dinero público para taparlo a la ligera, ni coger los depósitos, que son propiedad de otras personas: ¿Qué hacer?

Insisto en que aquí entran consideraciones personales, y cada uno tendrá su visión. Yo haría lo siguiente (al igual una serie de economistas que piensan lo mismo):

a) Localizar a los responsables de ese agujero, y que asuman su responsabilidad, tanto jurídica (juzgándolos) como económica (con su patrimonio).

b) Localizar a los responsables de controlar que ese agujero no se hubiera producido, y que asuman las dos responsabilidades anteriores también.

c) Como su patrimonio no será posiblemente suficiente para tapar el agujero, vender todo lo que ese banco tenga para sacar el máximo dinero posible.

No puede ser que cajas que han sido ayudadas con dinero público, sigan teniendo en propiedad grandes edificios, participaciones en otras empresas, lujosas oficinas... Mientras los ciudadanos hemos tenido que darles nuestro dinero. Lo dijimos hace tiempo: que lo vendan todo antes, hasta los ordenadores y folios.

d) Si todo lo anterior no fuese suficiente, entonces tal vez no tendremos más remedio que poner dinero público. Pero mucho ojo, que a veces se habla como si no fuese de nadie: Será el dinero nuestro, el de los pensionistas, el de nuestros hijos...

Por eso hay que controlar tanto a los bancos, para luego no se nos vaya nuestro futuro en sus agujeros.

Por tanto, no podemos admitir que se nos traslade sus problemas, problemas de una empresa privada, con ligereza: Si tenemos ese agujero, primero quieremos saber quién lo ha causado y quién no lo ha controlado, porque además esas personas tuvieron grandes sueldos y beneficios por estar ahí en los tiempos buenos.

Luego, cuando trate de solucionar ese problema que no es de los ciudadanos, tendré mucho cuidado en cómo uso el dinero de mis vecinos, de los jubilados, de nuestros hijos...

Y por supuesto, no usaré el dinero de todos mientras veo que esas empresas privadas siguen ahí, con sus propiedades e incluso lujos, que no pueden permitirse aquéllos que han aportado el dinero público de sus impuestos para tapar el agujero de otros.


miércoles, 27 de marzo de 2013

¿ESTÁN SEGUROS NUESTROS DEPÓSITOS?: La cabra tira al monte


ANTE VUESTRAS PREGUNTAS, VOLVEMOS A PUBLICAR EL ARTÍCULO REFERENTE A
QUÉ GARANTIZA NUESTROS DEPÓSITOS

El Presidente del Eurogrupo no descarta ahora extender la solución de Chipre a otros países.
Por tanto se podrá quitar dinero de los depósitos de más de 100.000 euros.
Para los menores, su garantía es lo que explicamos ya entonces.

Hace un año, cuando salió este artículo y avisamos de lo que se venía encima, parecía impensable.
Ahora por desgracia se están cumpliendo las previsiones.

Hay pocas expresiones con tanto contenido como precisión, y lenguaje pegado a tierra, como ésa de: "La cabra siempre tira al monte".

La dice el afable, cuando ve que la persona en quien confiaba le ha engañado por segunda vez; el policía que comprueba cómo reincide el delincuente que ha salido a la calle por supuesta buena conducta; o la pareja que se casó con alguien a quien pretendía cambiar.

Cuando aún la banca no se ha recuperado de los excesos pasados, que le llevaron a dudosas inversiones millonarias.

Cuando aún se empeña en culpar de su agujero solamente a los que se metieron en pisos que no debían, pero que recibieron dinero en exceso por los que ahora les culpan.

Cuando aún el sistema bancario no ha limpiado esos montajes artificiales, por los que construyó productos financieros apoyados en el aire y en el humo.

Y…

Después de los miles de millones de euros públicos destinados al saneamiento de los bancos y cajas, sin haberlos si quiera limpiado un poco.

Después de haber construido el Estado algo tan artificial como el FROB (Fondo de Reordenación Ordenada Bancaria), que lo único que ha hecho es prestar dinero a la banca, para ahora no saber qué pasará con él.

Después de que los bancos hayan tomado prestados 300.000 millones de euros del Banco Central Europeo, o lo que es lo mismo: 300.000.000.000 euros, o aún más claro: 50.000.000.000.000 pesetas, a un exíguo 1%, para tapar sus agujeros y los de la deuda del Estado, y depositar el resto en el mismo BCE por si lo necesitan más adelante.

Ahora…La cabra vuelve a tirar al monte

PASO 1:

El Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), es el dinero que se guardaba cada vez que metemos dinero en el banco, a razón de 2 euros por cada 1.000.

El objetivo de ese Fondo es que si un banco quiebra, los que tengan dinero en él puedan recuperarlo, con un límite de 100.000 euros por persona: Esto era lo que todos presuponíamos cuando nos decían que “nuestro dinero estaba garantizado”: porque lo garantizaba el dinero del FGD.

PASO 2:

El año pasado se decide cambiar las reglas, y que el Fondo de Garantía de Depósitos se use para tapar los agujeros de las cajas y bancos.

El motivo es que el Estado tiene una deuda tan alta, que no puede permitirse ayudar a los bancos. Por ello, se echa mano de este Fondo que garantizaba nuestro dinero. Pero la mano se les va, tanto que se ha consumido todo el dinero.

De facto, por tanto, nuestro dinero en los bancos no tiene ya garantía: Sólo hay la promesa de que si alguno quiebra nos lo devolverán.

PASO  3:

Ante esta situación de vaciamiento del Fondo, se idean diversas fórmulas:

a) Que en vez de entregar al Fondo 2 euros de cada 1.000 depositados en cuentas, sean 3 de cada 1.000.

Los bancos se niegan, pues supondría cobrar más comisiones al público (cosa ya difícil), o destinar parte de sus beneficios a ese Fondo, pero eso afectaría al bolsillo de directivos y accionistas.

b) Crear nuevas fórmulas artificiales como las realizadas en el pasado.

Y aquí es cuando la cabra tira al monte… Al monte de los castillos en el aire, con nombre bonito, pero totalmente ficticios:

Se decide que el Fondo de Garantía de Depósitos, que no tiene ya dinero porque se ha gastado en tapar el agujero de la banca, tenga ahora papeles de préstamo de esa misma banca: El FGD poseerá, por tanto, papeles en vez de dinero.

Por tanto: ¿Qué pasaría si un banco quiebra y tienes tu dinero en él?

Pues que el Fondo de Garantía de Depósitos tendría unos papeles que dicen que un banco le ha prestado dinero para devolverte lo que tienes depositado.

Observemos la diferencia entre decir:

- Toma tu dinero de vuelta, que lo cojo de este depósito.

A decirte:

- Aquí hay unos papeles que dicen que un banco tiene dinero para poder devolverte lo que te debemos.

La cabra siempre tira al monte… Llevándose el dinero.


martes, 26 de marzo de 2013

CAPERUCITA AHORRADORA Y EL LOBO BANCARIO: El cuento de nunca acabar


Caperucita Ahorradora era una niña buena y diligente. Por eso su madre le confió sus ahorros para que se los llevase a la abuelita, y que los guardase en su colchón.


Sin embargo, le advirtió antes de marchar que tuviese cuidado con el Lobo Bancario, ya que el cazador se había ido de la zona y no cuidaba de mantenerlo alejado.

Salió Caperucita con diligencia y sin entretenerse en el camino, a pesar de que encontró bellas flores con una gran rentabilidad, y magnífícos y apetitosos sellos.

Al cabo de un rato, entró con gran alegría en casa de la abuelita, que le dio un abrazo nada más verla:

- Qué alegría, Caperucita, de verte por aquí. ¿Pero qué me has traído?

- Abuelita, son los ahorros de mi mamá; para que se los guardes en un lugar seguro.

- Muy bien Caperucita, déjamelos para que te los guarde.

- Pero abuelita, qué tipos de interés más altos tienes.

- Claro, Caperucita, son para darte una mayor remuneración.

- Abuelita, que plazo más largo tienes.

- Nietecita mía, así podrás conseguir más dinero por los ahorros durante ese tiempo.

- Y abuelita, qué riesgo más grande tienes.

- Qué va, querida Caperucita, es que no entiendes bien de esos temas.

- ¿Y por qué tienes una letra tan pequeña?

- No te preocupes, son cosas sin importancia. Anda, ven, a mi corral.

- ¿Qué corral, abuelita?

- No seas desconfiada, Caperucita: es un corralito muy bueno para todos, que he construido para tomarnos parte de tu cestita.

- Pero abuelita, si la cestita es para ahorrarla, no para que te la comas.

Y entonces, el lobo Bancario se abalanzó sobre la pobre Caperucita Ahorradora y la empujó para meterla en el corralito.

- ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Que alguien proteja mis ahorros! –gritaba desconsolada–.

Y tuvo la suerte de que había por allí cerca un hortelano que estaba recogiendo coles de Bruselas. Al oír gritar a Caperucita salió corriendo en busca del cazador, al que encontró durmiendo encima de un guindo.

Los dos se fueron corriendo entonces para casa de la abuelita, donde el lobo Bancario trataba de meter en el corralito a la pobre niña.

El cazador sacó su arco, y apuntando con precisión le disparó una flecha a Caperucita Ahorradora, que por el impacto soltó la cestita.

Fue así como los ahorros fueron repartidos entre el cazador, el hortelano y el lobo, que se fueron dejando allí a la pobre Caperucita.

Y colorín colorado, el sistema financiero ha funcionado.


lunes, 25 de marzo de 2013

AL CENTRO COMERCIAL... Irás y no volverás


El sábado aproveché para ir de compras al centro comercial, aún a riesgo de que alguno de los dependientes me diese un abrazo si me decidía finalmente por cualquier adquisición.

En mi ciudad, como supongo en casi todas ahora, proliferan esos inmensos lugares ultramodernos y automatizados preparados para captar el poco dinero que nos queda disponible a los ciudadanos.

Tras entrar en el luminoso y hasta lujoso parking, dejé el coche en una de las miniplazas que lo componen, y donde apenas cabe una moto para así acumular más vehículos. Me dirigí entonces a las escaleras automáticas para ver si caía en alguna tentación.

Después de más de una hora deambulando y percatándome de la cantidad de cosas que podría comprarme si tuviese el dinero, regresé escaleras automáticas abajo a recoger mi estrechamente aparcado vehículo.

Tuve que subir de nuevo por haberme equivocado de rampa, y bajar esta vez por una distinta. Pero no, no me había equivocado: el parking estaba cerrado.

Ante mi sorpresa por ser sólo las seis de la tarde, me dirigí al mostrador de información con bastante urgencia, pues me esperaban al otro lado de la ciudad.

- Oiga, que tengo que sacar mi coche porque tengo prisa, y el parking está cerrado.

- Ya lo sabemos, señor.

- Hombre, supongo que sí, porque lo han cerrado ustedes…

- Así es, y lo abriremos en cinco días tal vez.

- ¿¡Cinco días tal vez!? ¡Pero si tengo que llevármelo ahora mismo!

- Le entendemos perfectamente, señor, pero no va a ser posible.

- ¿Pero me puede usted decir por qué puñetas no puedo llevarme mi coche?

- Es que la cámara de entrada ha localizado varios vehículos robados.

- Vamos a ver, me parece estupendo, pero el mío no lo es, y si quiere se lo pruebo…

- Comprendo señor, pero hemos decidido retener todos los vehículos hasta próxima orden. Además, cuando se abra el parking tendrán que pagar una tasa.

- ¿¡Cómo!? ¿Una tasa?

- Sí, señor, para correr con los gastos de localización de esos vehículos robados y también para el mantenimiento del centro comercial.

- Escúcheme: Ese coche es de mi propiedad, y me lo voy a llevar ahora mismo.

- Pues no va a poder, señor, porque el parking está cerrado, y como siga hablando en ese tono llamaré a la policía para que lo detenga.

- A ver, que ya me he hartado, llame a su jefe inmediatamente.

- No va a ser posible, señor, está en Bruselas.

El centro comercial se llamaba Chipre…


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