- Papá, cuéntame un cuento de buenas noches.
- Está bien, hijo: ¿Cuál quieres?
- Hummm, ¡el de los tres cerditos!
- Bien, pero luego te duermes…
En un lugar no muy
lejano vivían tres cerditos. Eran muy felices, cada uno en su casita; uno al
lado del otro.
Merkul, era un
cerdito alemán, que tenía un enorme palacio. Aunque por fuera era frío y gris,
en el interior tenía todo tipo de comodidades: ascensor, televisiones de
plasma, electrodomésticos último modelo… Y en el garaje aparcados dos enormes coches.
Silvio, el
cerdito italiano, tenía un chalet pequeñito pero muy cómodo; y con un diseño moderno y elegante. El cuarto más grande era el dormitorio, con enormes
armarios llenos de trajes y zapatos.
El tercer cerdito
era griego, por nombre Papancentus. Vivía en una casa modesta, pero con una
chimenea donde poder calentarse, y decorado con bonitos jarrones. Además nunca le faltaba un
trozo de carne y empanadillas con los que alimentarse.
Un buen día, Merkul invitó a los otros dos cerditos a comer a su enorme casa. Mientras iban
por la tercera cerveza, les dijo que su vida estaba a punto de cambiar: Les
daría un montón de dinero para tener casas tan grandes como la suya.
Como Silvio y
Papancetus no eran tontos, le preguntaron cómo era aquéllo posible. Pero Merkul les
tranquilizó: “Si os presto dinero, yo también gano con los
intereses que os cobro. Además, para hacer más grandes vuestras casas, compraréis
productos alemanes; así que yo estaré contento”.
El cerdito
italiano y griego salieron muy alegres y agradecidos al alemán. Sobre todo
cuando al día siguiente vieron que empezaba a llegarles un montón de dinero.
Papancetus tiró
su casa entera, y se construyó una nueva, con tres chimeneas y dos barbacoas.
Silvio se hizo una piscina cubierta, con sauna y jacuzzi. Y Merkul estaba
contento pensando en lo que estaba ganando, porque todo eso era alemán.
Pero un día el
cerdito alemán se despertó con un ruido extraño. Se asomó a la ventana de su
palacio y vio a Silvio montado en un helicóptero, que se había comprado con el último
dinero que le había mandado.
Fue entonces
cuando Merkul empezó a pensar que tal vez se había pasado dándole tanto dinero
a Papancetus y Silvio, y decidió mandarles al lobo Recortes para empezar a recuperar su dinero. Pero como sabía que no le recibirían, hizo que se disfrazara
de Ayuda Internacional.
Llegó primero el
lobo Recortes a la casa del cerdito griego. Llamó y le dijo que le dejara
pasar, que era la Ayuda Internacional. Pero Papancetus le gritó: “No,
mentirosa, eres el lobo Recortes”.
Y el lobo se
enfadó. Sopló y sopló, hasta que Papancetus salió volando; y en su lugar puso a
un griego amigo de Merkul para que cuidara la casa.
Fue entonces al
chalet con jacuzzi del cerdito italiano. Llamó a la puerta y preguntó por Silvio. “No puede atenderte, está de bunga-bunga”. El lobo
Recortes se enfadó mucho. Sopló y sopló hasta que Silvio voló. Y en su lugar
dejó al cerdito Monti para que cuidara del chalet italiano.
El lobo volvió
entonces a su guarida a descansar un poco; pues al día siguiente tendría que volver de
nuevo a la casa de los cerditos.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
- Pero papá, no me gusta el cuento. ¿Es que
nadie se enfrentó al lobo?
- Bueno hijo, había por allí un cazador inglés.
Pero ya es tarde y te tienes que dormir…
Gracias por el cuento :o))) Saludos desde Bamberg
ResponderEliminarEfectivamente, se habla mucho de la responsabilidad de los países que se han endeudado más de lo que podía, por no decir de los particulares. Pero no hay responsabilidad en quienes debían valorar el riesgo de esos préstamos?
ResponderEliminarLo peor es que el lobo viene con los recortes para aquellos que no hemos disfrutado del helicoptero, ni ampliamos nuestra casa. No estuvimos en las fiestas, y ahora tenemos que pagar los platos rotos... ¡Gracias por el cuento! Nunca me han hecho reflexionar tanto de una manera tan sencilla. ¡Y soy economista! carmen G. C.
ResponderEliminarLo mas triste de todo es que creo que cuando tenga hijos, la cosa seguirá tan mal que tendré que contarles este cuento y el de la cigarra y la hormiga versión crisis económica del señor Arroyo. Ya dicen que los clásicos no mueren, solo se reinventan.
ResponderEliminarMientras tanto que nos saquean nuestros dineros publicos y cada vez el ciudadano tiene menos derechos y poder decisorio, en Islandia estan creciendo a mejor ritmo y tienen sentados en el banquillo o con orden de captura a los responsables del desaguisado en su país. Pueden que al final se hundan como nosotros, pero se hundiran con la cabeza alta y no como nosotros que nos hundimos con los pantalones bajados.
ResponderEliminarSi arreglamos esto, arreglémoslo bien, desde los cimientos. Aquí unos términos para reflexionar:
ResponderEliminar-Dinero fiduciario.
-Deuda infinita.
-Crecimiento infinito.
-Recursos finitos.
-Sistemas monetarios.
-Sistemas bancarios.
-Reserva fiduciaria.
-Coeficiente de caja.
El cazador inglés no sale de caza, se a atrincherado en su casa para protegerla.
ResponderEliminarEL tema es que,si Alemania y los demas cerditos no fueran socios comunitarios,se entenderia la actitud de Alemania,simplemente tratando de ganar mas.
ResponderEliminarPero resulta que estamos en el mismo club,y entonces queda muy fea la jugarreta.Echo de menos una advertencia de Alemania mucho anterior en el tiempo,sobre el mal uso que se estaba haciendo de sus prestamos,de ser asi,su actitud hubiera sido ejemplar.
Pero el hecho es que han callado hasta que el pez se ha tragado el anzuelo entero,y ahora toca estirar.Y España (publica y privada) tambien esta podrida de prestamos alemanes.
Por otro lado sumando las deudas publica y privada,tenemos un 400%/PIB.Se calcula que tardaremos 80 años en devolverlo,suponiendo que no baje mas nuestro PIB(la tendencia es claramente bajista).
Discrepo un poco del cuento: Merkul no dio dinero a los cerditos italiano y griego; estos con el dinero de sus súbditos y apoyados por los verdaderos lobos del cuento, los bancos, los mercados y las agencias de calificación, se sobrendeudaron. Lo malo es que lo que pasa en la casa de estos 2 cerditos del sur, como tienen tabiques comunes, afecta a la megamansión de Merkul y claro, éste, bastante preocupado por las grietas que le estaban saliendo en sus sólidas paredes, ha mandado a la abuelita (¿o este personaje es de otro cuento?) y le ha dicho lo que dicen todas las abuelas: "Hija, no gastes tanto"... para luego añadir "una guerra es lo que teníais que haber pasado para saber lo que es pasarlo mal de verdad"
ResponderEliminarQue no, que la culpa no es de Merkul. Merkul puede pecar de insolidario o de ir a su bola, pero los culpables los tenemos que buscar en casa.
Respecto al ladrón inglés, espero que no sea ese tal Robin Hood, que robaba a todos los que tenían algo para repartirlo entre los desharrapados anti-sistema que poblaban el bosque. Las leyendas son muy bonitas, pero no quisiera que nadie me quitara lo mío (sea mío en propiedad o el pedacito de bien público que me corresponde) para dárselo a los pobres.
Lo siento por los griegos, por los italianos y por los españoles pero así aprenderemos que los dispendios de nuestros gobernates los pagamos todos y no miraremos para otro lado cuando metan la mano en la caja.
Hombre Revoltosa puedes tener cierto punto de razon, pero tambentanto alemanes como franceses sabiendo perfectamente como estaba la economia del cerdito heleno, no pararon de venderles carros de combate, fragatas, submarinos e helicopteros de combate para los griegos "mantenieran" la paz con el cordero turco.................
ResponderEliminarCoincido bastante con el planteamiento de Revoltosa. Cómo no, en este país también somos los mejores en ese deporte llamado "echarle las culpas al otro".
ResponderEliminarHemos culpado a las agencias de rating y a los mercados de querer hundir nuestra economía a base de especular contra nuestra solvencia y provocando que la ya famoso prima se haya disparado hasta límites ya casi olvidados,¿cómo pueden dudar de la solvencia de un país con un 23% de tasa de paro, una deuda total del 400%, un defécit escandoloso, una productividad mísera,...?. Ahora la culpa es de los alemanes por habernos dado crédito sin vigilar lo que hacíamos con él,...
Evidentemente, los alemanes no se preocuparon de lo que hacíamos aquí con el dinero mientras les comprábamos coches y otros artículos e íbamos pagando las letras religiosamente. Ahora que ven que peligra su dinero se han puesto en plan Chuck Norris. Es cierto que posiblemente hayan pecado de exceso de codicia y confianza.
Pero vamos, que la culpa es prinicipalmente de nuestors políticos y banqueros. De nuestos banqueros porque se han inflado a dar crédito a todo el que pasaba por delante para así poder tener activos mediante el que ponerse a jugar en el casino de los mercados secundarios. De nuestros políticos porque:
1) Se han arrodillado ante la banca socializando las pérdidas de este sector y permitiendo que los banqueros, que se forraron en su día con la burbuja de crédito inmobiliario, salgan indemnes de este lío. Así cualquiera juega al casino, cargando las pérdidas al fondo común y llevándose calentitas las ganancias.
y 2) se han dedicado a dilapadar una auténtica fortuna en construir, entre otras cosas, aeropuertos en quién sabe dónde y AVES de Madrid al cielo, puramente por fines electoralistas.
Y ahora venimos los PIIGS y pretendemos hacer lo mismo que han hecho los bancos con nosotros a los alemanes. Es decir, les pedimos que se creen eurobonos y que le den a la máquina de billetes para así monetizar nuestra deuda. Y claro, como van a tener que pagarlo ellos vía inflación han decido poner a todo el mundo en cintura y asegurarse que la hostoria no va a repetirse. Y como esta segunda parte no estaba prevista en el plan (nosotros estamos rescatando a la banca sin ninguna contrapartida a cambio) ahora los alemanes son los malos que nos quieren cercenar nuestra soberanía. (ah!!¿Alguna vez hemos tenido soberanía? Tal vez cuando Botín está de vacaciones le deja temporalmente las llaves del cortijo al inquilino de la Moncloa para que le riegue las plantas).
La culpa en nuestro país es de los reguladores, o sea Gobierno y Banco de España, por permitir estos despilfarros (Ley de Suelo 1998, abundancia del crédito sin garantias reales, etc...) porque las empresas privadas sólo practican el capitalismo salvaje si se les permite.
ResponderEliminarAhora el pueblo aborregado pagará los despilfarros...
Estoy muy de acuerdo con vuestras reflexiones (especialmente con Fran, Revoltosa, el anónimo de las 14:16 que ha puesto los datos claros sobre la mesa y Dani...), cada día parece que vamos a acabar en la espiral de deuda con el FMI, China, Alemania...
ResponderEliminar¿La solucion existe?
Yo creo que un día lo dijo Revoltosa de cachondeo, y es tan simple como complicada a la vez, prefiero invertir en una vaca, dos cabras y una pareja de conejos... Día a día seguimos avalando al sistema mientras utilizamos el dinero y fomentamos este estilo de vida "moderno" que creemos querer llevar. ¿Sería posible volver a las raices, a la tierra, a economías regionales libres de intereses bancarios, consumo de alimentos locales y de temporada, intercambio de trabajo por trabajo o su equivalente en alimentos, etc. Sistemas sustentables economicos son posibles mientras cambiemos nosotros que alimentamos a este sistema?... Tengo la sensación de haber nacido endeudado y de que la cosa va a más...
Ahora siento que el libro de Miguel Delibes: "El disputado voto del señor Cayo" es una obra que se adelantó a su tiempo... Cuando no nos quede tierra no importará porque nadie sabrá como cultivarla para sobrevivir.
Aún estamos a tiempo pero ¿La solucion existe?