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martes, 20 de noviembre de 2012

EL ABISMO (y IV): El sistema financiero y María Antonia, que tiene la llave para rezar


12:00 p.m. Banco de España. Madrid.

- Señores, espero que traigan buenas noticias, porque a este paso Campoalto será conocido en toda la Unión Europea.

- Bueno, Sr. Gobernador, ya sabe que allí son un poco cerriles, y es difícil que el alcalde dé el brazo a torcer.

- Ya, pero eso de “Campoalto pueblo libre, también de hipotecas” parece diseñado por un experto en marketing, y –por cierto– experto en hundir el sistema.

- La verdad es que si el ejemplo cunde –otro minipueblo, Canteras, ya se ha unido a la protesta– la cosa puede ser grave.

- ¿Grave? Señores, déjenme que les recuerde lo siguiente:

La banca española tiene 900.000 millones de euros invertidos en hipotecas de sus clientes, casi tanto como el PIB español, es decir, todo lo que produce nuestro país en un año.

Además, nuestros bancos han usado esos 900.000 millones que les deben sus clientes como garantía para pedir dinero al exterior, en lo que se llaman cédulas hipotecarias.

No tengo que aclararles que si una mínima parte de esos 900.000 millones dejase de pagarse, sería una hecatombe:

Los bancos dejarían de ingresar las mensualidades de las hipotecas, que son su gran fuente de ingresos.

Dejarían también de recibir dinero del extranjero, puesto que nadie les prestaría tomando como garantía unas hipotecas que la gente no quiere pagar.

En fin… El colapso del sistema. Sólo les voy a dar un dato: España ha pedido a Europa un préstamo de 60.000 millones de euros para la banca. Eso es menos del 7% de los 900.000 millones de euros que tienen en hipotecas.

Resumiendo: Si ocho de cada cien personas que tienen hipoteca dejasen de pagarla, al menos unos meses, haría falta pedir el doble de dinero a Europa. El sistema se derrumbaría.

- Sr. Gobernador, ¿puedo hacerle una pregunta?

(Silencio en la sala, y una mirada asesina hacia el preguntón por parte de los directivos del banco que han acudido a la reunión).

- Perdone, ¿quién es usted?

(Murmullos entre los directivos, que se preguntan también quién es ese empleado que han llevado y que se supone debía mantener la boca cerrada).

- Bueno, yo soy sólo un secretario, y tal vez no debería preguntar….

(Asentimiento entre sus jefes, como diciendo: “efectivamente deberías callarte”)

… ¿Pero cómo es posible que nuestros bancos tengan buena parte de su dinero en un solo sector? ¿Cómo no anticiparon que ese sector podría debilitarse? En fin, Sr. Gobernador, yo no tengo mucha idea…

(De nuevo asentimiento entre sus jefes)

… Pero me da la impresión de que se metieron de lleno en la construcción, y las hipotecas, porque querían sacar un gran beneficio, y ahora han quedado en una posición muy débil…

(El Gobernador miraba con asombro al chico, y hacía una breve consulta a un ayudante, para asegurarse que no iba con cámara oculta para luego publicar la reunión)

… Vamos, y si se me permite la confidencia…

(“No, no se te permite”, pensaron sus ya seguros ex-jefes)

… Si todo el sistema financiero de un país depende de que ocho de cada cien personas dejen de pagar… Como que no es tan sólido, ¿no?

12:35 a.m.

- Banco de España: Se levanta la sesión para tomar un café. Tras ese café una persona menos acudirá a la reunión. Dicen que un secretario.

- Campoalto: El alcalde se reúne en el bar con el pedáneo de Canteras. Anselmo, Basilio y María Antonia –la guardiana de la llave de la iglesia– como testigos.

- España: Todo un sistema financiero rezando para que “Campoalto y Canteras pueblos libres, también de hipotecas” no sigan añadiendo adeptos.

Moraleja:

Tenemos el sistema financiero más sólido del mundo.


lunes, 19 de noviembre de 2012

EL ABISMO (III): Campoalto pueblo libre, también de hipotecas


Todo comenzó en Campoalto, un pueblo pequeño de Jaén. Los vecinos se levantaron con la noticia de que dos de sus habitantes se habían quitado la vida: Desahucios.

Dos, o uno, siempre es mucho, pero en una población de sólo 1.500 más barbaridad. Por eso el alcalde explotó, y esa misma mañana retiraba los 50.000 euros del ayuntamiento en la sucursal del único banco del lugar.

Los vecinos se sumaron a la protesta, y fueron en masa a retirar sus ahorros, pero el empleado del banco se inventó a tiempo una visita al médico para cerrarlo, y evitar tener que decir que no había dinero.

El ambiente estaba caldeado en el bar del pueblo, donde las fuerzas vivas se habían reunido antes de comer. Lo de Felisa y Martín, así se llamaban los vecinos que ya no lo eran, había incendiado a todos.

Anselmo, el de la frutería, se levantó entonces y dijo que él no pagaría más hipoteca hasta que el banco pidiese perdón. Y el alcalde, en un arranque de tripas, puso el sobre con los 50.000 en la barra, y sentenció que irían para los intereses de demora de todos los que siguieran a Anselmo.

El día 31 del mes hubo una llamada temprana en la sede del banco en Jaeń capital: en Campoalto nadie había pagado la hipoteca. La pancarta de "Pueblo libre, también de hipotecas" había pasado de amenza a realidad.

El Director de zona necesitó un mapa para localizar Campoalto, porque los números de la sucursal allí eran pequeños. Pero tenía que saber urgentemente donde estaba el pueblo donde nadie de los 230 obligados había pagado la hipoteca.

No habían pasado ni cuarenta y cinco minutos cuando recibió una llamada de Madrid. Que si quien coj... se creían los de ese Campoalto, que si o solucionaban el problema desde Jaén o los echaban a todos, que si no perdonaran ni un céntimo de las hipotecas...

Al final Luis, el empleado de la sucursal, tuvo que entrar en Campoalto en el coche patrulla de la Guardia Civil. Las calles vacías, y la gente mirando detrás de los visillos. Como cuando los franceses, decía Basilio, el más antiguo del lugar, que a su vez lo escuchó de su abuelo.

A los cinco minutos se presentó el alcalde en el banco, y como si estuviera en el bar espetó: "¡Qué se debe!". "¿Perdón?", respondió el empleado con mirada asustada. "Vamos, Luis, ¡qué intereses de demora tienen que pagar los vecinos!", repuso el regidor.

"Pues si quiere saberlo, han dejado de pagar 85.000 euros, con lo que aparte de lo debido son 2.100 de demora". Sacó entonces el sobre municipal y desenfundó los 2.100 el alcalde, mientras se marchaba repitiendo una misteriosa cantinela: "¡Pies de barro!, ¡pies de barro!".

Las noticias del empleado de la sucursal de Campoalto no se discutieron esa tarde en la central de Jaén, sino en Madrid: Canteras, el pueblo de al lado, había decidido también sumarse a la protesta.

Al día siguiente los máximos directivos tenían cita con el Banco de España, y nosotros con la continuación de la historia en el blog. Mañana.


viernes, 16 de noviembre de 2012

EL ABISMO (II): Te preguntas en el precipicio si tienes alas. Aves de corral.


Nos quedábamos ayer al borde del abismo, mirando al vacío y preguntándonos qué habría allí abajo, y sobre todo qué nos podría hacer caer en él.

Pero lo sucedido estos días nos hace tener unas preguntas en la cabeza que necesitamos urgentemente responder:

- ¿Por qué hay siempre un doble rasero en las decisiones económicas?

- ¿Por qué hay guante de seda para unos y de hierro para otros?

- ¿Por qué hay siempre esa sensación de que las respuestas que nos dan son interesadas?

No somos tan ingenuos de pensar que la economía está libre de la ambición humana, pero una cosa es no ser ingenuos y otra aceptar respuestas que sabemos no tienen sentido.

Estos días hemos vivido con ansiedad una respuesta al acuciante problema de los desahucios, pero no nos vamos a centrar ahora en la solución de escaso alcance que se ha adoptado, sino en ciertas afirmaciones que hemos oído:

- No se puede ayudar al que se metió en un piso que no se podía permitir y ahora no lo puede pagar, porque se castigaría al que no lo hizo.

Personalmente no tengo hipoteca y siempre he estado de alquiler, pero si aceptara la afirmación anterior, con la autoridad que me da el no ser uno de los que “se metieron en lo que no podían pagar” tendría también que preguntar:

¿Y tenemos que pagar las inversiones ruinosas de algunos bancos, castigando al que no se metió en ellas?

- La crisis hace que no podamos ayudar a los damnificados por los embargos tanto como sería necesario y nos gustaría.

El año 2.010, último que tenemos contabilizado, las ayudas a la banca supusieron 1.870 euros por español de dinero público. Y entonces he de preguntarme:

¿Por qué tengo que dedicar 1.870 euros de mis impuestos al banco que decoró lujosamente una sucursal junto a mi casa, y que financió el auditorio de mi ciudad al que no iba nadie, y no puedo dedicar esos 1.870 euros a ayudar a mi vecino, o al comedor de Cáritas de mi barrio?

- Los bancos son empresas privadas y tienen que cobrar, porque ése es su negocio.

Ayer mismo se aprobó el funcionamiento del “banco malo”: Por lo pronto el Estado usará 45.000 millones de euros de dinero público para comprar a los bancos todas aquellas urbanizaciones en sitios absurdos que construyeron, y otros activos inservibles; además de hacerse cargo de los préstamos que dieron a promotores y constructores, y otros créditos que no pueden cobrar.

Y ahora es cuando me pregunto:

¿Por qué no le compra a mi vecino del quinto el piso en el que se metió para que su hija tuviese vivienda propia, y ahora no puede pagar? ¿O por qué no le compra a la del cuarto las participaciones preferentes que le colocó uno de esos bancos? Y puestos a comprar activos inservibles: ¿Por qué no le compra al del primero sus sellos de Afinsa?

¿Es que los ciudadanos no se merecen también que el Estado les compre todo aquello en lo que se metieron de manera ruinosa?

Pero la respuesta nos la dio ayer el Ministro de Economía:

“De esa forma los bancos se quitarán esa carga, y podrán dedicarse a lo que tienen que hacer, que es dar préstamos”

Totalmente de acuerdo:

- Sr. Ministro, quítele la carga del piso para su hija a mi vecino del quinto, para que pueda dedicarse a lo que tiene que hacer, que es vender zapatos en su zapatería.

- Sr. Ministro, quítele la carga de las participaciones preferentes a la vecina del cuarto, para que pueda dedicarse a lo que tiene que hacer en su jubilación, que es disfrutar de sus ahorros largamente conseguidos.

- Sr. Ministro, quítele la carga de los sellos de Afinsa al vecino del primero, para que pueda dedicarse a lo que tiene que hacer, que es alejarse de la cabeza esos pensamientos cuyas consecuencias salen luego en las noticias.

Pero ellos son simples ciudadanos, para los que no hay respuestas. Por eso estamos en el borde del abismo, y puede suceder –sucederá– lo que comentaremos el lunes…

Cuando caemos en el abismo, sólo se salvan los que tienen alas. Pero las aves de corral no vuelan. El corral.


jueves, 15 de noviembre de 2012

EL ABISMO (I): ¿Saltando con rapidez o con prudencia?


Durante mucho tiempo se ha estado hablando de que España se “encuentra al borde del abismo”, que “se acerca al abismo” o que podemos “irnos al abismo”.

Y tanto lo hemos oído, que podemos preguntarnos qué es ese abismo, qué hay en él; y lo más importante: qué nos puede hacer dar ese paso desde el borde al abismo.

Estos días lo hemos sabido…

Llevamos mucho tiempo denunciando la injusticia de los desahucios, que se estaba transformando en una olla a presión que ha estallado con los lamentables suicidios de los últimos días.

Pero de nuevo, cuando se pide una solución rápida dado el tiempo perdido, vuelve a aparecer la palabra mágica: “Prudencia”.

La prudencia suele ser una palabra que surge cuando se quiere evitar que los intereses de alguien o algo se vean dañados, y que normalmente no son los de los ciudadanos de la calle.

¿Que un parlamentario necesita escribir algo? Se le entrega un móvil, un portátil y un ipad con RAPIDEZ. ¿Que aparece un agujero en un banco porque ha perdido varios miles de millones? Se le inyecta dinero público con URGENCIA.

Pero si los ciudadanos con graves problemas económicos son desahuciados sin misericordia por unos bancos ayudados con dinero público, y se piden soluciones con urgencia, hay que actuar con PRUDENCIA.

- Entonces, si se pide prudencia, ¿es porque algún interés puede ser dañado?

Efectivamente.

- Pero si se habla tanto de prudencia, ¿es porque tiene que haber algo muy grave que puede afectar gravemente a alguien?.

Por supuesto, se trata del sistema financiero.

- Entonces, ¿es algo grave de verdad?

Bueno puede dar al traste con todo, acabar de hundir el sistema.

- ¿Pero tanto?

En fin, ahora se ha vuelto a mentar a la bestia: El corralito.

- ¡Qué me dices!: Explícate.

Por supuesto… Pero será mañana.


miércoles, 14 de noviembre de 2012

A LA HUELGA CON FLORES... No dudaría

(Se recomienda leer el artículo tras comenzar a escuchar la letra de la canción)


Si pudiera olvidar todo aquello que oí,
si pudiera borrar todo lo que yo vi,
no dudaría, no dudaría
en volver a asistir.
Si pudiera explicar por qué os callasteis antes,
si pudiera quemar los despidos que realizasteis,
no dudaría, no dudaría
en volver a asistir.
Prometo ver la manifestación,
escarmentar de la experiencia,
pero nunca, nunca más
dejarme usar por una huelga.
Si pudierais sembrar los campos arrasados,
si pudierais devolver el trabajo a los parados,
no dudaría, no dudaría
en volver a asistir.
Si pudiera olvidar aquella cola en Cáritas,
si pudiera decir que os vi allí,
no dudaría, no dudaría
en volver a asistir.
Prometo ver la manifestación,
escarmentar de la experiencia,
pero nunca, nunca más
dejarme usar por una huelga.

P.D.: Tras la anterior huelga general, convocada contra la reforma laboral, los sindicatos mayoritarios han realizado ellos mismos despidos en sus centrales sindicales.
Se han acogido a dicha reforma, para pagar sólo 20 días por año trabajado.
Hubo manifestaciones ante las sedes de los sindicatos para protestar. 

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