ÚLTIMOS COMENTARIOS

miércoles, 29 de mayo de 2013

CUANDO EN ECONOMÍA SE GANA PERDIENDO (I): El hombre de negro


- Perdón, señor, ¿está seguro? -le preguntó con asombro Manuel a la persona que tenía justo delante en la cola y que estaba realizando su apuesta-.

- “Por supuesto, amigo”, le respondió esa persona, que iba totalmente vestido de negro.

- ¿Sinceramente quiere apostar por la yegua? -volvió a cuestionarle Manuel, sabiendo que era imposible que ganara la carrera dado el estado lastimoso con el que la presentaron sus cuidadores-.

- Desde luego: ¡Todo a la yegua!

No habían pasado ni diez minutos cuando, tras la llegada de los caballos a meta, y la yegua en último lugar, se oyeron varios alaridos en el hipódromo.

En mitad de la gente, Manuel no veía nada, así que le preguntó al que tenía al lado quién gritaba.

- Un tío medio loco vestido de negro.

- ¿De negro? Eso no puede ser…

Se acercó entonces Manuel a la zona de donde partían los gritos… Y allí estaba. ¿Se había vuelto loco? Si todo el mundo había visto llegar a la yegua la última: ¡Con cuatro cuerpos de desventaja!

Y de repente el hombre de negro, que lo había visto, se le acercó y le propinó un abrazo de esos que parten por la mitad; mientras seguía gritando: ¡soy rico! ¡soy rico!

Manuel ya no sabía que pensar, así que esperó a que el de negro se calmara, esperando que también se le pasase la locura. Y entonces le hizo la pregunta del millón:

- Mira, tonto no pareces, pero lo estás demostrando, así que ya me dirás el motivo de tu alegría

El oscuro personaje no se lo tomó como ofensa debido a su alegría, así que con una amplia sonrisa le respondió:

- Todos sabíais que la yegua era realmente penca, que no estaba bien cuidada: No le daban de comer casi ningún día, y parecía más un galgo que un caballo de lo delgada que estaba…

- Así es -respondió Manuel-, y no hacía falta ser un lince para darse cuenta.

- Entonces tú sabías como yo –prosiguió el de negro- que llegaría la última.

- Obviamente.

- ¿Y por qué caballo apostaste?

- Pues por el tordo, que llegó tercero.

- Luego no acertaste –continuó el oscuro personaje.

- Hombre, no siempre se acierta…

- Bueno, yo sí acerté.

- ¿Perdona? -Manuel ya no aguantaba más-.

- Es que yo aposté por la yegua… Pero aposté a que llegaba la última. ¡Y acerté!

Y es que Manuel no sabía que no sólo se podía apostar a que un caballo ganaba, sino también a que uno perdía... Como tal vez tú no sabes que en la bolsa se puede apostar a que unas acciones bajan.

Por eso la yegua se llamaba Bankia, y muchos apostaron a que bajaba, como efectivamente las acciones bajaron. Y por eso ahora son un poco más ricos.

Pero ésa es una explicación para mañana.


lunes, 27 de mayo de 2013

MI CARRO ME LO ROBARON ANOCHE MIENTRAS INVERTÍA (y III): Ay, dónde estarán los ahorros, Manolo


El viernes quedé a tomar unas cervezas con mi amigo Manolo. También habíamos pensado en ir al cine, pero por el precio de las dos entradas ahora, casi podíamos invitar a medio barrio a cenar.

Manolo me contó que se había comprado un coche nuevo, lo cual hizo que lo pusiese en la categoría de millonarios hoy día en España. Pero cuando le apunté su obligación de pagar todas las rondas, me dijo que esperara a escuchar lo que tenía que decirme.

En un principio había decidido dejarlo aparcado en la puerta de su casa, pues quería tenerlo a la vista. Pero al poco tiempo estaba con tanto polvo encima que la gente empezó a pensar que le gustaban los tonos marrones.

Tal y como comentamos en los artículos anteriores, si uno tiene la suerte de poseer unos ahorros, la primera opción es guardarlos nosotros mismos en un lugar seguro.

Así que al poco tiempo mi amigo Manolo había llevado su coche a un aparcamiento. Por supuesto, podía imaginarme -me insistió- que acudió a uno con modernas instalaciones y llevado por profesionales.

Una segunda opción para nuestro dinero sería depositarlo en la cuenta corriente de un banco. Allí puede estar más seguro, sin llegar al 100% hoy en día debido a que podrían usarlo para posibles rescates de nuestra economía; pero en principio está más a salvo que en otros lugares.

“Bueno, problema resuelto, Manolo, ya puedes pagar otra ronda de cervezas”, le animé. “No tan rápido -me soltó-, pues ahora viene la segunda parte”. “¿Segunda parte? ¿Se hundió el aparcamiento?”, no pude contenerme.

“Resulta que al poco tiempo de llevar el coche, el dueño del aparcamiento me advirtió que teniéndolo allí parado no le sacaba ningún beneficio, y que había otras opciones…”

“¿Otras opciones?”, le disparé temiéndome lo que venía después. “Bueno, a la gente de confianza le proponía dejarle su coche para usarlo como taxi cuando no se utilizase, y de esa manera se obtenía un buen dinero”

Otra opción para nuestros ahorros, y que ha sido el motivo de estos tres artículos, podría ser invertir el dinero en un fondo de inversión.

En este caso, pasamos de un terreno más o menos seguro (tener el dinero guardado nosotros mismas o en la cuenta corriente en un banco), a arriesgar los ahorros para tratar de sacar un beneficio mayor.

Esos fondos utilizan nuestro dinero para hacer inversiones en distintos campos, que normalmente exceden el común conocimiento de los clientes habituales de un banco. Además, es importante notar que aunque nos los ofrezcan en ese banco, él no responderá en caso de pérdidas.

La cara de mi amigo, más que mostrar disposición a invitar a cervezas, animaba ahora a comprarle unas cuantas aspirinas.

“Desde luego fue un accidente”, me dijo Manolo. “Pues sí, un error, porque a saber lo que podía pasarle al coche”, le repliqué. “No, que fue un accidente lo que me hizo perderlo: Siniestro total cuando el del aparcamiento iba a recoger a un cliente”, comentó.

Con los fondos de inversión podemos ganar mucho dinero, y también perderlo todo. Como siempre se ha dicho: Nadie da duros a cuatro pesetas; y todo beneficio lleva siempre su riesgo.

Por eso hay que elegir, con cuidado, la opción que deseamos. Por nosotros mismos.

Para que no suceda lo que ya nos advertían hace muchos años...



viernes, 24 de mayo de 2013

MI CARRO ME LO ROBARON (II): A ti, que eres una especie en extinción


Tal y como dijimos ayer,

“La Comisión Nacional del Mercado de Valores vigila el traslado de depósitos bancarios a fondos de inversión”

Esa Comisión es una de las encargadas de supervisar que todo funcione correctamente en el sistema financiero; y entre otras cosas que no se engañe a los clientes. Por ello, no hace falta insistir en si cumplió o no su labor con el tema de las preferentes.

Pero ahora ha decidido tomar cartas en este nuevo asunto que se produce en muchas entidades bancarias con respecto a los ahorros de los clientes.

El riesgo

Ayer comentamos que tu dinero puedes guardarlo en un lugar escondido, en una cuenta corriente, u optar por otros lugares que SIEMPRE tienen un riesgo elevado.

Por tanto, una primera consideración puede ser que el dinero que necesites deberías tenerlo a buen recaudo para poder emplearlo precisamente cuando te haga falta, tanto a corto como medio plazo.

Podría suceder que si usas ese dinero para aventuras más o menos arriesgadas, cuando lo necesites no lo tengas porque lo hayas perdido o no lo puedas sacar. Y entonces, ¿quién te ayudará con la hipoteca? ¿Y con la cuenta del supermercado?

El dinero que no necesitas

Si formas parte de la especie en extinción que posee unos ahorros que no necesita en un futuro inmediato, ten por seguro que vas a ser la presa más codiciada del sistema financiero.

Muchos se lanzarán a ti con ofertas maravillosas, que supuestamente no tienen riesgo y con las que se podrían sacar grandes beneficios.

Es en esos momentos cuando debes pensar en tus abuelos, y lo que ellos dirían: ¿Cómo es posible que den duros a cuatro pesetas? ¿Cómo se pueden obtener beneficios superiores a lo normal si no hay riesgo?

El dinero vale mucho

Hay un pensamiento económico bastante común que dice que hay que invertir el dinero para que no pierda su valor con el tiempo. Y se razona que si la inflación (lo que suben los precios cada año) es del 3%, tu dinero vale entonces un 3% menos. En definitiva: Si hoy algo vale 100 euros, el año que viene valdrá 103.

Sin dejar de ser cierto lo anterior, no siempre se cumple. Porque ¿qué pasaría si comparas tu dinero con respecto a un piso? En este caso, si los pisos bajan cada año un 12%, eso es exactamente lo que tú habrás ganado con tu dinero si en vez de comprarte el piso este año esperas al siguiente; y tu dinero se habrá revalorizado.

¿Tengo que arriesgar mi dinero?

Por tanto, tú -y sólo tú- eres quien tiene que decidir si te merece la pena arriesgar tu dinero en inversiones aventureras en vez de dejarlo guardado.

¿Que puedes ganar más dinero con esas aventuras?: Desde luego; pero también puedes perderlo todo. Y como hemos dicho, el dinero hoy en día vale mucho, sobre todo si lo comparas con tantas cosas que no paran de bajar, y cuyos propietarios estarían dispuestos a darte a cambio de tu dinero

¿Qué es un fondo de inversión?

Cuando se te acerque ese sistema financiero a ti, que eres la apetitosa presa con un poco de dinero, posiblemente te hablen de meterlo en un “fondo de inversión”.

Pero como eres una especie en extinción, y estás agotada de tanto huir por tu supervivencia, ése será un tema que trataremos el lunes.


jueves, 23 de mayo de 2013

MI CARRO ME LO ROBARON (I): Y los ahorros en la caja no se sabe


A medida que va pasando el tiempo y seguimos descubriendo todos los tejemanejes realizados en las cajas de ahorros y algunos bancos, entrar en ellos se va convirtiendo en un ejercicio de riesgo.

Nuestros abuelos siempre pusieron al director de la sucursal a la altura de un buen amigo, y por eso su asesoramiento era tomado como consejo de alguien que pensaba en ti.

Luego, como es bien sabido, todo cambió, y se llegó al triste extremo de las preferentes. Pero… ¿Podemos decir que las cosas son ahora distintas? ¿Hemos vuelto ya a la buena senda?

“La Comisión Nacional del Mercado de Valores vigila el traslado de depósitos bancarios a fondos de inversión”

Una persona se encuentra con varias posibilidades para el dinero que posee, si es que tiene la suerte de poder ahorrar:

1) Guardarlo en un lugar escondido:

Esta opción tiene la ventaja de que el dinero lo controlas por ti mismo, pero la desventaja de que pueden robártelo (cosa que no hay que descartar en las otras posibilidades).

Además, como no ganas intereses con el dinero que guardas, al subir cada año el coste de la vida por la inflación (los precios de las cosas suben), tu dinero vale cada vez menos.

2) Meterlo en una cuenta corriente en un banco o caja de ahorros:

La ventaja aquí reside en que en teoría tu dinero queda a salvo de posibles ladrones. En principio podemos decir que está seguro.

El problema es que después de lo ocurrido en Chipre, nadie te asegura que no puedan tomar al menos una parte de esto que es tuyo para solucionar los problemas del sistema financiero.

La desventaja es que como te puedes llevar el dinero cuando quieras, el banco te da muy pocos intereses, y de nuevo la subida del coste de la vida hace que tu dinero vaya perdiendo valor, pues los intereses no compensan la subida.

3) Otras opciones:

Una vez que abandonas la opción de guardar el dinero en un lugar escondido o en una cuenta corriente, cualquier otra alternativa tiene un riesgo más o menos alto, o incluso altísimo.

En este caso, por mucho que traten de hacerte ver que no corres riesgos, siempre están ahí a niveles elevados. Por eso te ofrecen más interés por tu dinero, porque el banco lo va a usar en temas que si la cosa va bien ganas, pero puede ir mal y perderlo todo.

A muchos les dijeron que las preferentes eran como una cuenta corriente, pero como mayor interés, y que el banco se las compraría cuando lo deseasen. Lo que no les explicaron es que el banco podría no comprarlas, o hacerlo por muchísimo menos precio.

Pero tras esas lamentables actuaciones con las preferentes, ahora se detecta que muchos clientes están optando por cambiar sus depósitos en cuentas corrientes por fondos de inversión.

Y ésa es una historia para contar mañana…


miércoles, 22 de mayo de 2013

EL MERCADO LABORAL (III): Del portero al agua contundente


Habíamos dejado ayer a nuestros vecinos corriendo hacia el contador del agua del edificio, para ver si era verdad lo que decía el portero con lógica aplastante: “No llega el agua a los pisos porque no entra en la comunidad”.

Los pocos que aún quedaban en la sala con el portero, ya no se reían de él cuando decía esas aparentes obviedades, sobre todo porque ya habían comprobado cuánta razón tenía al decir que por mucho que arreglaran las cañerías o cambiaran los modelos de grifos, si no entraba agua en el edificio tampoco llegaría a sus hogares.

Eso tenía como contrapartida en el mercado laboral que por mucho que se empeñasen en facilitar la movilidad de los trabajadores, cambiar los modelos de contrato o unificarlos, y hasta permitir los minijobs, si la gente no entraba a comprar porque no tenía dinero en el bolsillo, ninguna tienda crearía empleo.

Pero ahora los que habían salido a la carrera al contador del agua, no oyeron seguir al portero:

“Si se quiere que el agua llegue al edificio, antes la empresa de aguas habrá tenido que conseguirla”

- Hombre, obvio –pensó Antonio el del quinto antes de murmurar que ya se estaba pasando de listo–.

“¿Y cómo la conseguirá antes de tener el dinero con que los vecinos pagarán ese agua? Pues con un crédito del banco que se lo adelanta, y una vez que haya cobrado, la empresa de aguas podrá repagarlo”

Ahora Andrés lo que estaba pensando es que el portero debía ser un economista huido de la justicia de algún punto del planeta, y empezaba a creer que en su mesa debía de estar especulando en vez de separando los sobres de la correspondencia cada mañana.

“Por tanto –prosiguió, si los ciudadanos no tienen dinero en el bolsillo porque se lo sacan a base de impuestos, y no entran a comprar; y las tiendas no pueden pedir créditos al banco para que les adelante el dinero y así adquirir sus productos para cuando lleguen los clientes, no habrá forma de crear empleo”

En ese momento llegaron los que habían ido a comprobar si entraba agua en el edificio, y vieron que tantas cañerías arregladas, y tantos modelos de grifos nuevos, no habían servido para nada: La empresa de aguas había quebrado.

Fue entonces cuando se enteraron de que el ayuntamiento, para solucionar el tema, había decidido subvencionar las botellas de agua.

Beberlas no sabía si iban a beberlas, pero más de uno estaba pensando en usarlas como objeto contundente…


English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German documental Spain cartas de presentación Italian xo Dutch películas un link Russian templates google Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified